Filarmónica de Querétaro, hace 20 años.
http://www.oem.com.mx/diariodequeretaro/notas/n2516319.htm
Hace veinte años llegó la Orquesta Filarmónica de Querétaro
Sergio
Cárdenas la noche inaugural, el 10 de abril de 1992, en el "Josefa Ortiz
de Domínguez". Diario de Querétaro 23 de abril de 2012 Enrique Burgos,
Sergio Cárdenas, Silvia Tejeda, Eva Petrany, Luis Rubio y Gabriel Horner
recuerdan aquella noche del 10 de abril de 1992
Por Sara María Arana
Figueroa Fotos de archivos Diario de Querétaro, Sergio Cárdenas, Luis
Rubio Chávez y Sara María Arana
En 1986 durante la administración de Rafael Corrales Ayala, gobernador
de Guanajuato, con el apoyo de la Secretaría de Educación Pública a
través del programa "Nuevas Orquestas", el músico tamaulipeco Sergio
Cárdenas recibió el encargo de fundar la Filarmónica del Bajío
(FilBajío) cuyas actividades iniciaron el 21 de agosto de 1986. El
decreto de su creación tuvo lugar el 27 de noviembre de 1987. Los
conciertos inaugurales fueron tres, dos en el Teatro Juárez de
Guanajuato y uno más en el Teatro Manuel Doblado de León. Dicha
institución participó activamente en los Festivales Cervantinos, realizó
12 giras por el país y ofreció conciertos en 37 municipios con la
asistencia de 400 mil guanajuatenses. Pero el 28 de enero de 1992, su
gobernador interino Carlos Medina Plascencia abrogó el decreto ya
mencionado. El Diario de los Debates de la LV Legislatura con fecha
miércoles 11 de marzo de 1992 da cuenta de la defensa del diputado
Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, de la fracción parlamentaria del Partido
Popular Socialista al calificar esta lamentable decisión como "grave
ofensa a la nación mexicana" porque "ningún gobierno local tiene derecho
a liquidarla, invocando problemas de orden económico" y pidió a la
Cámara de Diputados no permanecer "ajena ante esta política de
barbarie". Propuso la abrogación del decreto suscrito por Medina para
que la Filarmónica del Bajío recuperara todos sus derechos y que sus
integrantes no sufrieran "el menor menoscabo en sus prerrogativas
laborales". Estas propuestas fueron calificadas de "absurdas y
descabelladas" por el panista Diego Fernández de Cevallos cuando agregó
que ya era "...suficiente con las sinfonías del Partido Popular
Socialista aunque sea mala música de viento" y agregó que nadie podría
decir que "a los señores de la orquesta les quitó el gobierno del estado
ni los violines ni las flautas. Pero les ha de pedir que si las tocan,
las toquen a su costa..." La razón de Medina para la desaparición de la
FilBajío resulta controvertida, por una parte señalan que el gobernador
propuso que el presupuesto, aprobado por el Congreso guanajuatense para
la Filarmónica del Bajío "fuera utilizado para la compra de armamento
para la policía estatal y decidió desentenderse de sus obligaciones
constitucionales para con la orquesta" y por otro, que el compositor
mexicano Héctor Quintanar luego de asumir la dirección de la OFUNAM, fue
invitado a Guanajuato para un proyecto musical que entre sus objetivos
tenía el fusionar la orquesta de la Universidad de Guanajuato con la
Filarmónica del Bajío. Tan desafortunados acontecimientos tuvieron
repercusión nacional luego de que la orquesta tocara conciertos de
protesta en Guanajuato y en el Congreso de la Unión. Para fortuna
tampoco pasaron inadvertidos para la periodista Patricia Ramos,
corresponsal de CNN y un oportuno comentario de ella al entonces
gobernador Enrique Burgos, fue la semilla que germinó en el mandatario
queretano la idea de fuera Querétaro el nuevo hogar de la orquesta. Así
ocurrió. El concierto inaugural en la nueva sede tuvo lugar el 10 de
abril de 1992. Su director artístico y general fue Sergio Cárdenas,
puesto que ocupó hasta 1997, luego de haber grabado siete discos
compactos. Entró al relevo como director Jesús Medina y desde 1998 la
ahora Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro es dirigida por José
Guadalupe Flores Almaraz. Hasta la fecha cuenta con 29 discos compactos y
durante dos décadas ha ofrecido más de mil conciertos. Actualmente, la
Orquesta graba su disco número treinta, que incluirá las nueve sinfonías
de Beethoven.
Hoy 10 de abril...
por Sergio Cárdenas
Hoy, 10 de abril, 2012, se cumplen 20 años de la llegada de la entonces
Filarmónica del Bajío a la hermosa ciudad de Querétaro, su nueva sede a
partir de esa fecha: el 10 de abril de 1992. El proceso vivido de manera
tan intensa desde el momento en el que el entonces gobernador interino
de Guanajuato decidió, por el poder de su firma, que su administración
se desentendiera de las obligaciones para con esa institución orquestal,
fue toda una epopeya, epopeya en la que el entusiasmo y convicción de
dos valerosas integrantes de la orquesta, la violinista mexicana Silvia
Tejeda y la violista húngaro-mexicana Eva Petrany, constituyeron los
remos más importantes que llevaron el barco a feliz puerto. Mi
agradecimiento sincero y emotivo a ellas por ese apoyo a la cultura
musical de México: algo que, en Querétaro, aún no les ha sido reconocido
como se debe. Y de similar manera, mi agradecimiento a los demás
integrantes de la entonces FilBajío que no "desertaron" y, con ello,
contribuyeron al invaluable regalo que se le hizo a la sociedad
queretana con la adopción de la orquesta, orquesta a la que pronto los
queretanos dieron "carta de naturalización": cambiaron su nombre a
Filarmónica de Querétaro. En esta etapa, fue decisiva la intervención
del gobernador del estado, Enrique Burgos García, así como la del
presidente nunicipal de la capital queretana, Alfonso Ballesteros
Negrete, quienes brindaron todo el apoyo posible para consolidar a la
FilQro en tierras queretanas. Mi agradecimiento irrestricto a ellos por
esa actitud responsable y visionaria. Además, mi agradecimiento a los
muchos amigos y conocidos periodistas de todo tipo de medio que al
mantener vigente la presencia del despojo a la FilBajío en sus
respectivos medios, coadyuvaron a la adquisición que Querétaro hizo de
la Filarmónica. Imborrable el recuerdo del primer concierto en la nueva
sede, abriendo con una obra significativa de nuestra música (Redes, de
Silvestre Revueltas) y concluyendo con la poderosa Sinfonía No. 9,
"Coral", de L. v. Beethoven, en la que generosamente fuimos apoyados por
el Coro de la Escuela Nacional de Música-UNAM (drigido por José Antonio
Ávila) y el Coro "Convivium Musicum" (dirigido por Erika Kubacsek),
ambos de la ciudad de México. Mi agradecimiento a todos sus integrantes.
Don Luis Rubio Chávez estuvo presente desde ese primer momento con
nosotros; poco tiempo después fue electo presidente del Patronato de la
Filarmónica de Querétaro, A.C.
La OFEQ es prestigio para Querétaro que continúa: Enrique Burgos
Durante la administración del ex gobernador Enrique Burgos García la
otrora Filarmónica del Bajío llegó a Querétaro. Buscamos entonces al
responsable de tal determinación quien de manera emotiva refirió: "Hace
poco más de veinte años platicaba con la periodista Patricia Ramos, a la
sazón corresponsal de CNN Internacional en México quien me preguntó:
-¿Qué le parece lo ocurrido a la Filarmónica del Bajío?
-Una lástima sin duda alguna- contesté.
-Valdría la pena que platicáramos licenciado- dijo.
De esa manera le dije que para mí era fundamental el que una orquesta
filarmónica se integrara a una ciudad como Querétaro porque le daría
rango cultural y distinción. No es lo mismo -y perdóneme por los que no
tienen esto- una ciudad con orquesta que una orquesta sin. Esto habla de
calidad, de cultura, de la tradición, de la formación de una sociedad.
Consideramos todas estas bondades e hicimos los primeros cálculos de lo
que esto implicaría.. Aquí en la capital conversamos con Alfonso
Ballesteros Negrete, quien fungía como presidente municipal y con todos
los integrantes de aquella asociación denominada "Pro-Arte A.C." que
todavía tenía un buen nivel de entusiasmo y participación. Después, con
el apoyo del gobierno del estado, formamos el Patronato que encabezó
Alejandro Esquivel Rodríguez y posteriormente Luis Rubio Chávez continuó
esa labor. En épocas económicamente muy difíciles, identificamos unos
ahorros de otras partidas para destinarlos al sustento inicial de la
Filarmónica. Enseguida tuvimos claro quién estaría al frente y
encontramos en el maestro Sergio Cárdenas a la persona idónea. Un
tamaulipeco de renombre internacional que como director artístico y
general ¡mis respetos! Fue un hombre que le imprimió originalidad,
calidad, exigencia, rigor musical y artístico. Así dio sus primeros
pasos la Filarmónica de Querétaro. Nació con muy buenos augurios y con
el respaldo de la sociedad queretana". "En la familia paterna había
tradición musical. Mi abuelo Jesús María Burgos Vizcaya estudió Música
Sacra en la escuela de Fernando Loyola, con el padre Cirilo Conejo
Roldán y esto desarrolló el gusto de mi padre Enrique Burgos Mondragón,
quien fue el organista titular en el templo de San Agustín cerca de 50
años. Desde niño, yo acompañaba a mi papá y él me sentaba a un ladito en
la banca mientras él tocaba el órgano. Desde entonces tengo un gusto
enorme por la música y cuando la oportunidad en el gobierno de Querétaro
se asoma dije: "¡Es única! ¡La Filarmónica tiene que llegar a
Querétaro! "La agenda de un gobernador es complicada pero ajustaba las
cosas para asistir. Recuerdo el último concierto de mi administración,
dentro de otras obras nos ofreció la Obertura 1812 y frente a la
Filarmónica (arriba en las gradas) se colocó a la Banda de Música del
Estado dirigida por el maestro Aurelio Olvera Montaño y para el gran
final, en un momento dado, de manera simultánea, Cárdenas dirigió a
ambas agrupaciones. Fue majestuoso. Cerró el programa con la 9º de
Beethoven que fue verdaderamente inolvidable con los coros de la UNAM,
de la UAQ, del Conservatorio "J. Guadalupe Velázquez". Cabe destacar que
en la programación Sergio alternaba de manera reiterada nuestra música
mexicana: Revueltas, Ponce, etc. Incluso escribió una sinfonía para
Querétaro. Hoy en día la orquesta tiene un sentido de pertenencia .Ya no
entendería a Querétaro sin ella. "No es la obra material, esa es la del
día a día, es la obra espiritual, cultural y artística. Esa impregna e
irradia. Me emociono cuando hago la remembranza de la Filarmónica de
Querétaro. Culturalmente fue gracias al trabajo de los queretanos, a
quienes formaron el Patronato, al talento de todos los artistas que la
integran y mi reconocimiento es para ellos. Agradezco a la vida la
oportunidad de coadyuvar en este esfuerzo. Por eso el recuerdo, el
cariño y el amor sincero a la Filarmónica es mucho, porque le sigue
dando frutos y prestigio a Querétaro".
domingo, 30 de septiembre de 2012
jueves, 13 de septiembre de 2012
lunes, 10 de septiembre de 2012
Mi 11 de septiembre, 2001.
Mi 11 de septiembre, 2001.
Por Sergio CÁRDENAS.
El 9 de septiembre de 2001, al terminar un concierto de la Filarmónica de Berlín en el que Abbado dirigió obras de Schönberg, me reuní con GEORG FAUST, violonchelista principal de esa maravillosa orquesta, en la cafetería de la filarmónica para entregarle la copia de la partitura manuscrita original de mi pieza "The flower is a key (a rap for Mozart)", que el espléndido ensamble de Los 12 Violonchelistas de la Filarmónica de Berlín me había encargado. Georg se puso de inmediato a hojear la partitura. De pronto, me dice: "Le pediré a Simon que la haga de rapero", a lo que yo respondí: "¿quién es Simon?", al no tener idea de a quién se refería. "¿Cómo?", me dijo, "¿no conoces a Simon?". Le dije: "No sé de qué Simon hablas". Me respondió: "¡pues de Simon Rattle, ¿nunca lo has oído hablar?". Atónito le respondí: "¿Hablas en serio, Simon Rattle como rapero?". "¡Claro, dijo, tiene la voz ideal para tu pieza!". Más que emocionado le respondí: "Será un enorme honor para mí que eso suceda".
Revisamos la pieza de principio a fin y nos despedimos, con el compromiso de GEORG de introducirla a sus compañeros violonchelistas en la primera oportunidad.
Dos días después, el 11 de septiembre, llegaba yo a la estación de ferrocarril Bahnhof Zoo, de Berlín, a eso de la una de la tarde, para tomar el tren de regreso a Ansbach, "mi hogar europeo" desde hace más de dos décadas. Al entrar a la sala principal de la estación, recibí un tremendo impacto emocional al ver en las pantallas gigantes ahí colocadas, las imágenes de las torres neoyorkinas que sucumbían a las embestidas de los aviones: no podía yo creer que eso fuera posible y me dije: "¿será un montaje de la tele?". Pues nada. Los conductores de los noticieros estaban dando cuenta detallada de esa tragedia, por lo que todos los que estábamos ahí a punto a abordar algún tren o esperando la llegada de algún ser querido, nos pusimos muy tensos, consternados, renuentes a aceptar que se tratara de un hecho real.
En ese estado abordé el Intercity rumbo a Nürnberg. Poco antes de llegar a Leipzig, a unos 30 km, el tren se detuvo de repente. Nadie dio una explicación sobre ello. Como los minutos transcurrían y nada se nos informaba del porqué estábamos varados, en los pasajeros se comenzó a manifestar la preocupación, que se incrementó cuando vimos llegar patrullas. Todo esto sin que aún pudiéramos "liberarnos" de los muchos pensamientos consternados por lo de las torres neoyorkinas.
Poco después de media hora transcurrida desde que el tren se detuvo, el conductor anunció que se tuvo que detener porque le pareció que había arrollado a una persona, por lo que, además, dio parte de inmediato a la policía de Leipzig, a la que tuvimos que esperar para que viniera a levantar la información correspondiente, verificar el tren mismo, etc., hasta que finalmente permitió que prosiguiéramos el viaje, haciéndonos saber que llegando a Leipzig, tendríamos que desalojar el tren pues sería llevado a la fiscalía para un indagacíon exhaustiva.
Para cuando llegamos a Leipzig, ya varios de los posibles trenes con los que podría yo continuar el viaje hasta Nürnberg, habían partido, quedando el último, que llegaba al destino poco después de la media noche, justo para alcanzar el último tren que desde Nürnberg sale para Ansbach.
Así, mi viaje de regreso de Berlín a Ansbach, que por lo general no debió de haber durado más de 6 horas, tuvo una duración de 12 horas, y una mayor acumulación de tensión, consternación, desasosiego, por todo lo vivenciado en tan histórica fecha.
Pero había, a la vez, un contrapeso fuerte: la enorme emoción de vislumbrar, cada vez más cerca, la realización de una de mis mayores ilusiones, anidada en mi corazón desde que oí por primera vez a los magníficos violonchelistas berlineses en un concierto en la Gran Sala del Mozarteum, de Salzburgo (Austria), allá por mediados de la década de los '70: que una obra musical de mi autoría fuese expuesta por ese ensamble.
Gracias a ellos y a Sir Simon Rattle, la obra ha recorrido el mundo...y ha generado la demanda para hacer otras versiones: en el 2006, la orquesta Collegium Musicum, de la Universidad de Bonn (Alemania), estrenó la versión sinfónica que me encargó. En este 2012, el 15 de julio, las pianistas mexicanas GUADALUPE PARRONDO y TERESA RODRÍGUEZ, con el rapero EMMANUEL FRANCO, estrenaron en Saltillo, Coah (México) la versión para dos pianos que realizó CHRISTOPHER SPLITTSTOESSER, quien fue el rapero del estreno de la versión sinfónica. En unos días más, el 22 de septiembre, 2012, la Orquestra Simfònica del Vallés (Barcelona, España), estrenará la versión para orquesta de cuerdas que me encargó en mayo último.
Emociones fuertes, las del 11 de septiembre.
Por Sergio CÁRDENAS.
El 9 de septiembre de 2001, al terminar un concierto de la Filarmónica de Berlín en el que Abbado dirigió obras de Schönberg, me reuní con GEORG FAUST, violonchelista principal de esa maravillosa orquesta, en la cafetería de la filarmónica para entregarle la copia de la partitura manuscrita original de mi pieza "The flower is a key (a rap for Mozart)", que el espléndido ensamble de Los 12 Violonchelistas de la Filarmónica de Berlín me había encargado. Georg se puso de inmediato a hojear la partitura. De pronto, me dice: "Le pediré a Simon que la haga de rapero", a lo que yo respondí: "¿quién es Simon?", al no tener idea de a quién se refería. "¿Cómo?", me dijo, "¿no conoces a Simon?". Le dije: "No sé de qué Simon hablas". Me respondió: "¡pues de Simon Rattle, ¿nunca lo has oído hablar?". Atónito le respondí: "¿Hablas en serio, Simon Rattle como rapero?". "¡Claro, dijo, tiene la voz ideal para tu pieza!". Más que emocionado le respondí: "Será un enorme honor para mí que eso suceda".
Revisamos la pieza de principio a fin y nos despedimos, con el compromiso de GEORG de introducirla a sus compañeros violonchelistas en la primera oportunidad.
Dos días después, el 11 de septiembre, llegaba yo a la estación de ferrocarril Bahnhof Zoo, de Berlín, a eso de la una de la tarde, para tomar el tren de regreso a Ansbach, "mi hogar europeo" desde hace más de dos décadas. Al entrar a la sala principal de la estación, recibí un tremendo impacto emocional al ver en las pantallas gigantes ahí colocadas, las imágenes de las torres neoyorkinas que sucumbían a las embestidas de los aviones: no podía yo creer que eso fuera posible y me dije: "¿será un montaje de la tele?". Pues nada. Los conductores de los noticieros estaban dando cuenta detallada de esa tragedia, por lo que todos los que estábamos ahí a punto a abordar algún tren o esperando la llegada de algún ser querido, nos pusimos muy tensos, consternados, renuentes a aceptar que se tratara de un hecho real.
En ese estado abordé el Intercity rumbo a Nürnberg. Poco antes de llegar a Leipzig, a unos 30 km, el tren se detuvo de repente. Nadie dio una explicación sobre ello. Como los minutos transcurrían y nada se nos informaba del porqué estábamos varados, en los pasajeros se comenzó a manifestar la preocupación, que se incrementó cuando vimos llegar patrullas. Todo esto sin que aún pudiéramos "liberarnos" de los muchos pensamientos consternados por lo de las torres neoyorkinas.
Poco después de media hora transcurrida desde que el tren se detuvo, el conductor anunció que se tuvo que detener porque le pareció que había arrollado a una persona, por lo que, además, dio parte de inmediato a la policía de Leipzig, a la que tuvimos que esperar para que viniera a levantar la información correspondiente, verificar el tren mismo, etc., hasta que finalmente permitió que prosiguiéramos el viaje, haciéndonos saber que llegando a Leipzig, tendríamos que desalojar el tren pues sería llevado a la fiscalía para un indagacíon exhaustiva.
Para cuando llegamos a Leipzig, ya varios de los posibles trenes con los que podría yo continuar el viaje hasta Nürnberg, habían partido, quedando el último, que llegaba al destino poco después de la media noche, justo para alcanzar el último tren que desde Nürnberg sale para Ansbach.
Así, mi viaje de regreso de Berlín a Ansbach, que por lo general no debió de haber durado más de 6 horas, tuvo una duración de 12 horas, y una mayor acumulación de tensión, consternación, desasosiego, por todo lo vivenciado en tan histórica fecha.
Pero había, a la vez, un contrapeso fuerte: la enorme emoción de vislumbrar, cada vez más cerca, la realización de una de mis mayores ilusiones, anidada en mi corazón desde que oí por primera vez a los magníficos violonchelistas berlineses en un concierto en la Gran Sala del Mozarteum, de Salzburgo (Austria), allá por mediados de la década de los '70: que una obra musical de mi autoría fuese expuesta por ese ensamble.
Gracias a ellos y a Sir Simon Rattle, la obra ha recorrido el mundo...y ha generado la demanda para hacer otras versiones: en el 2006, la orquesta Collegium Musicum, de la Universidad de Bonn (Alemania), estrenó la versión sinfónica que me encargó. En este 2012, el 15 de julio, las pianistas mexicanas GUADALUPE PARRONDO y TERESA RODRÍGUEZ, con el rapero EMMANUEL FRANCO, estrenaron en Saltillo, Coah (México) la versión para dos pianos que realizó CHRISTOPHER SPLITTSTOESSER, quien fue el rapero del estreno de la versión sinfónica. En unos días más, el 22 de septiembre, 2012, la Orquestra Simfònica del Vallés (Barcelona, España), estrenará la versión para orquesta de cuerdas que me encargó en mayo último.
Emociones fuertes, las del 11 de septiembre.
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