jueves, 28 de enero de 2010

El árbol frondoso de la música mexicana de concierto





El árbol frondoso de la música mexicana de concierto

En los albores de mi devenir en tanto que director sinfónico (al frente de la Sinfónica de la hoy Universidad de la Música “Mozarteum”, de Salzburgo, Austria), me llenaba de emoción el entusiasmo con el que los jóvenes integrantes de ese ensamble, que en la gran mayoría eran alemanes y/o austriacos, llegaban a nuestros ensayos para abordar obras de “sus” compositores. Tocábamos muchas obras de Mozart, el héroe local, alternando con páginas célebres de Bach, Beethoven, Schubert y Brahms. El entusiasmo de “mis” músicos era en verdad contagiante, entre ellos mismos, hacia mí y hacia el público que nutrido asistía a nuestros conciertos. Les oía decir uno al otro: “¿Te das cuenta? ¡Estamos tocando Mozart! ¿Te das cuenta?” Me quedaba yo con la impresión de que ese hecho, en lo aparente insignificante, constituía de igual manera una contribución a su crecimiento interior, una ampliación de su dignidad cultural, una reafirmación de la grandeza de un legado musical, legado que lo sentían muy suyo: una propiedad ciertamente intangible que los identificaba.

Cuando asumí la dirección artística de la Orquesta Sinfónica Nacional de México, descubrí, de golpe, una suerte de carencia, quizá de dimensión escandalosa, en relación con esa que en su momento fue la más alta posición musical de México: mi conocimiento de la música sinfónica de México era casi nulo. Y eso estando justo al frente del organismo que más música mexicana tenía en su repertorio. Inicié, entonces, una travesía que me llevó de asombro en asombro al ir descubriendo un corpus musical contundente, variado, de gran riqueza, con gran expresividad y con un sello distintivo: ese corpus sonoro me descubría la grandeza de México.

En México, la música ha sido una expresión prioritaria del pueblo. Es parte de sus vivencias fundamentales, de su dialéctica existencial. Los sentimientos de los mexicanos de todos los rincones de la República son, en sí mismos, razones consumadas, claras y suficientes, de una expresión que nos ubica, a la vez, ante los demás humanos y en el cosmos. A través de nuestra música, que es diáfana y poderosa, los mexicanos expresamos tribulaciones emocionales y euforias existenciales, romances que bordan lo religioso y la exuberancia de la naturaleza mexicana, detalles de vivencias inmediatas y las dimensiones cósmicas del transitar por esta vida a la que, como escribiera Nezahualcóyotl, “sólo venimos a soñar”.

Un viernes de la primavera de 1980, nuestra Sinfónica Nacional rendía un homenaje a Carlos Chávez, homenaje para el que yo había invitado a su más notable discípulo: Eduardo Mata. Estaba Mata a punto de alzar la batuta para dar inicio al concierto cuando alguien en la sala empezó a gritar: “Ya basta de Chávez, queremos oír a Huízar”. Yo desconocía por completo ese nombre, Huízar, pero pensé que si ya hubo alguien que lo midiera con Chávez, algún valor debería de tener.

De inmediato me di a la búsqueda correspondiente y, para mi fortuna, pronto entré en contacto con doña Consuelo Luna vda. de Huízar y con su hija Micaela. Se inició así un andar fascinante que me permitió conocer a quien yo considero el mejor sinfonista de México. Descubrí en Candelario Huízar un creador sonoro de intachable dignidad que con su producción musical y su propio devenir se yergue como baluarte heroico de la música mexicana de concierto y contribuye con su legado a que la fuente de la riqueza sonora de México esté rebosando y nos invite a degustar los fluidos manjares del espíritu mexicano a través de los sonidos.

Admiro en la obra sinfónica de Huízar esa contundencia que irradia ternura; esa capacidad para llevarnos a dimensiones siderales desde partículas musicales elementales; ese oficio composicional que logra que el oyente se sienta observado sonoramente; esa exhuberancia eufórica que llevó a Silvestre Revueltas a afirmar que la música de Huízar era “un hondo canto ancestral”; esa maestría en la elaboración de deslumbrantes vitrales multicolores a partir de un solitario hilo sonoro (como en el Andante de su Sinfonía “Cora”). Admiro, en fin, en Huízar, esa dimensión cósmica que no niega su origen recogiendo e impregnando su obra del trazo sinuoso, sólido, espectacular y grandioso de la orografía zacatecana.

Celebro y agradezco que ahora se brinde la oportunidad, a través del reconocimiento a Huízar, de que nos conozcamos mejor y nos encontremos con razones poderosas para estar orgullosos de lo nuestro; para que como aquellos jóvenes austriacos, también nosotros sepamos ponderar en su justa dimensión la grandeza y vastedad del repertorio musical mexicano de concierto y nos llene de emoción y plenitud el disfrutar de él tanto como oyentes como ejecutantes. Aspiro a que SURCO, Jornadas Nacionales Candelario Huízar de la Música Mexicana de Concierto, sea una contribución más en esa dirección que, como en Huízar, hace crecer más nuestras raíces en esta tierra para que desde esas profundas raíces, continúe elevándose el árbol frondoso, sólido, alto y generoso de la música mexicana de concierto, que no se quiebra en la tempestad y que nos oxigena con su poderío sonoro y emocional.

Mi agradecimiento al Gobierno del Estado Libre y Soberano de Zacatecas y a su Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”, así como a la Presidencia Municipal de Jerez de García Salinas (donde Huízar viera su luz primera), y al Instituto Jerezano de Cultura, por el apoyo que hace posible SURCO. De igual manera, mi agradecimiento a las colaboraciones del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical “Carlos Chávez” y de la Coordinación Nacional de Música y Ópera (ambos del INBA); a la Sociedad de Autores y Compositores de México; a la Escuela Nacional de Música de la UNAM; a la Universidad Autónoma de Zacatecas. Y desde luego a los prestigiados artistas participantes que engalanan la programaciòn de estas Jornadas Nacionales, que deseo sean las primeras de muchas más.


SERGIO CÁRDENAS,
Director Artístico de SURCO.

jueves, 21 de enero de 2010

SURCO, Jornadas Candelario Huízar de la Música Mexicana de Concierto



SURCO

Jornadas Candelario Huízar
de la Música Mexicana de Concierto
Sergio Cárdenas, Director Artístico

Jerez de García Salinas,
Zacatecas (México)

del 31 de enero al 7 de febrero del 2010.

PROGRAMA GENERAL

1.- Domingo 31 de enero, a las 19:30 hs Teatro Hinojosa
Concierto Inaugural
ORQUESTA FILARMÓNICA DE ZACATECAS
Solista: FRANCISCO LADRÓN DE GUEVARA, violín
Director Huésped: SERGIO CÁRDENAS

J. P. MONCAYO: Tierra de Temporal
M. M. PONCE: Concierto para Violín y Orquesta
C. HUÍZAR: Sinfonía No. 4, “Cora”
J. ROSAS-C. Huízar: Sobre las olas

2.- Lunes 1 de febrero, a las 17:00 hs Foyer del Teatro Hinojosa
Conferencia magistral a cargo de EDUARDO CONTRERAS SOTO
Huízar aprende de Revueltas
Sobre La Coronela y las Sinfonías Cuarta y Quinta, de Candelario Huízar.

3.- Lunes 1 de febrero, a las 19:30 hs Teatro Hinojosa
Concierto de LUMÍNICO
Concierto multidisciplinario para flauta, efectos electroacústicos, vídeo en
tiempo real y poesía.
ALEJANDRO ESCUER, flauta y dirección artística
RODRIGO SIGAL, música electroacústica
JOSÉ LUIS GARCÍA NAVA, video en tiempo real
MONICA ESCUER, poesía

4.- Martes 2 de febrero, a las 19:30 hs Teatro Hinojosa
Día del 127º Aniversario del Natalicio de Candelario Huízar
Recital de piano de GUADALUPE PARRONDO
F. IBARRA Sonata 0
F. LOYOLA Nocturno (en mi bemol)
M. ENRÍQUEZ A lápiz
M. RUIZ AMENGOL Un Vals…
Nocturno a Ponce
M. M. PONCE Intermezzo
Gavota,
Malgré tout
F. IBARRA Sonata No. 6
(dedicada a Guadalupe Parrondo)
R. CASTRO Vals capricho

5.- Miércoles 3 de febrero, a las 17:00 hs Foyer del Teatro Hinojosa
Conferencia magistral dictada por el Dr. GONZALO DE JESÚS CASTILLO
“Suave Patria: permite que te envuelva en la más honda música de selva…
Contribución de Zacatecas a la música mexicana de concierto.”

6.- Miércoles 3 de febrero, a las 19:30 hs Teatro Hinojosa
Recital de GABRIELA HERRERA, soprano
y SERGIO VÁZQUEZ, piano

S. REVUELTAS Cinco canciones infantiles
El caballito
Canción tonta
El lagarto
Canción de cuna
Las cinco horas
R. BAÑUELAS Copla triste
Canción para velar su sueño
Te lo ruego sauce
Tus manos
A. LAVALLE Tres canciones
La niña ausente
Botoncito
Canción que es llanto en el mar
S. MORENO Definición
B. GALINDO Cuatro Canciones

C. HUÍZAR A una onda
M. M. PONCE Seis poemas arcaicos
Mas quiero morir por veros
Zagaleja del casar
De las Sierras
Sol sol gi gi
Desciende el valle
Tres morillas
Tres poesías italianas
Ho bisogno
Forse
Romanzetta
Estrellita
I. FERNÁNDEZ-ESPERÓN (Tata Nacho) Íntima


7.- Jueves 4 de febrero, a las 17:00 hs Teatro Hinojosa
Recital de EDGAR GUTIÉRREZ, flauta
y JESÚS VINAJA, piano
Música Mexicana para Flauta y Piano
R. HALFFTER ...huésped de las nieblas…
M. LAVISTA Danza de las Bailarinas de Degás
J. GUTIÉREZ HERAS Sonata Simple
A. LARA Hacia la noche, para Flauta Sola Amplificada
F. IBARRA Sonata “Madre Juana“
M. M. PONCE Jeunesse
Estrellita
Dos Piezas para Flauta y Piano
- Pajaritos
- Alegre pastorcillo




8.-jueves 4 de febrero, 19:30 hs Teatro Hinojosa
Concierto de la CAPILLA BARROCA DE ZACATECAS
Director: LUIS DÍAZ SANTANA
SONIA MEDRANO (soprano), PATRICIA AHUMADA (soprano),
GABRIEL DE ÁVILA (tenor), LUIS DÍAZ (bajo),
JAVIER TORRES (violín), MARÍA TREJO (violín),
LUIS HERRERA (clavecín), LUIS DÍAZ SANTANA (guitarra barroca)

“El barroco en México”
MANUEL DE SUMAYA Ya la naturaleza redimida
(Catedral de Oaxaca) Recitado y Aria
Como aunque culpa
Recitado y Aria
IGNACIO O. ZÁRATE Quae est ista
(Archivo de la Catedral de Morelia)
PEDRO REGALADO TAMEZ Ave Regina Coelorum
(Archivo de la Catedral de Guadalajara)
IGNACIO JERUSALEM A nuestra Señora que es Reyna
(Catedral de México)
J. A. LÓPEZ DE CASTRO Y GÓNGORA Tota pulcra est María (1795)
(Catedral de Durango) Misit me vivens (1794)
De dolor y pena (1795)
FRANCISCO LÓPEZ Y CAPILLAS Velum templi
(Catedral de México)


9.- Viernes 5 de febrero, a las 12:00 hs Teatro Hinojosa
Concierto didáctico de LA FONTEGARA

10.- Viernes 5 de febrero, a las 17:00 hs Foyer del Teatro Hinojosa
Conferencia magistral a cargo de SERGIO CÁRDENAS
“Ochpaniztli, Sinfonía No. 2 de Candelario Huízar”


11.- Viernes 5 de febrero, a las 19:30 hs Teatro Hinojosa
Concierto de LA FONTEGARA
María Díez-Canedo, flauta traversa y de pico
Eunice Padilla, clavecín
Eloy Cruz, guitarra barroca y archilaúd

Anónimo, c. 1750 (atr. Leonardo Leo) - Cuatro Sonatas
Catedral de México
Señor Aydem, c. 1800 - Quaderno de Doña Guadalupe Mayner
Sonata Quinta para clave solo Sigr. Puchinger, s. XVIII Sonata para flauta y bajo (MS, Museo Nacional de Antropología e Historia, 1759)
Códice Saldívar 4 Cinco danzas Santiago de Murcia, c. 1732
Anónimo, siglo XVIII. Cuatro sonatas Catedral de México. (atr. Leonardo Leo)
Luis Misón (1727-1766) Sonata en la menor para flauta y continuo
(Museo Nacional de Antropología e Historia)



12.- Sábado 6 de febrero, a las 12:00 hs, Teatro Hinojosa
Concierto de la ORQUESTA SINFÓNICA JUVENIL JEREZANA
Director: MARIO ACEVEDO

M. E. ACEVEDO Marcha Jerezana
M. VALDEZ Marcha Máximo Pérez Torres
V. GARCÍA En ti pienso
Jerez
F. VILLALPANDO Viva Zacatecas
E. JUÁREZ Monumental Zacatecas
T. MORA-M.M. PONCE Tres piezas fresnillenses
J. ROSAS Sobre las olas
M. ALCALÁ Dios nunca muera
J. P. MONCAYO Huapango


13.- Sábado 6 de febrero, a las 18:00 hs Plaza Tacuba
Concierto de la Banda de Música de Zacatecas
Dirección: Salvador García y Ortega
Programa por confirmar

14.- Sábado 6 de febrero, a las 19:30 hs Teatro Hinojosa
LATIR, Grupo Musical de Variable Formación
Director Huésped: David Eduardo ROCHA
S. REVUELTAS: 8 x Radio
Cinco Canciones para Niños
- El Caballito
-Las Cinco Horas
-Canción Tonta
-Canción de Cuna
-El Lagarto
M. ENRÍQUEZ: Concierto para 8
Él…y ellos
M. BERNAL JIMÉNEZ Carteles
-Volantín
-Danza Maya
-Noche
-Huarache
-Sandunga
-Pordioseros
-Hechicería
-Parangaricutirimícuaro
M. ENRÍQUEZ: Ambivalencia
S. CÁRDENAS: Las Acrobacias de tus Sentimientos (estreno americano)

15.- Domingo 7 de febrero, a las 12:00 hs Teatro Hinojosa
Concierto del CUARTETO LATINOAMERICANO
G. E. CAMPA: Trois Miniatures (1889)
S. REVUELTAS: Música de Feria (1932)
M. ENRÍQUEZ: Cuarteto No. 1 (1957)
J. TORRES SÁENZ: La Venus se va de juerga (1998)
J. ÁLVAREZ: Metro Chabacano (1991)
C. HUÍZAR: Cuarteto para arcos (1937)


16.- Domingo 7 de febrero, a las 19:30 hs Teatro Hinojosa
Concierto de Clausura
ORQUESTA FILARMÓNICA DE ZACATECAS
Solista: MIGUEL ÁNGEL VILLANUEVA (flauta)
Director: ALFONSO VÁZQUEZ SOSA
M. ENRÍQUEZ: Música Incidental
V. RODRÍGUEZ: Suistán
E. ANGULO: Los Centinelas de Etersa, para flauta y orquesta
S. CÁRDENAS: Mensajero Alado, bagatela para flauta y cuerdas
M. DE ELÍAS: Mictlán-Tlaltelolco
M. M. PONCE: Estampas Nocturnas

jueves, 14 de enero de 2010

Jornadas HUÍZAR, en Jerez, Zacatecas (México)



Del 31 de enero al 7 de febrero del 2010:

SURCO
Jornadas Candelario Huízar de la
Música Mexicana de Concierto

sábado, 9 de enero de 2010

RILKE: Elegía Duinense No. 5

En

http://www.youtube.com/watch?v=qvwR8SJgXDI

SERGIO CÁRDENAS lee su propia traducción al español de la ELEGÍA DUINENSE No. 5 ((Duineser Elegie Nr. 5), de RAINER MARIA RILKE. Grabación realizada en los estudios de Radio Universidad de Tamaulipas, en Cd. Victoria, Tam (México), en octubre del 2002.

RAINER MARIA RILKE

ELEGÍAS DUINENSES

La Quinta Elegía


Dedicada a la Sra. Hertha Koenig



¿Pero quiénes son, dime, los errantes, estos aún un poco
más fugaces que nosotros mismos, a quienes con urgencia
los tuerce desde temprano – por amor a quién, a quién- una nunca
satisfecha voluntad? Ella, pues, los tuerce,
los doblega, los entrelaza y los menea,
los avienta y los vuelve a agarrar; como desde un aceitado
y liso aire descienden
sobre el consumido tapete,
adelgazado de tanto saltar, este tapete
extraviado en el universo.
Extendido cual parche, como si el cielo
de la periferia hubiera herido allí a la tierra.
Y apenas llegados,
se yerguen y así se exhiben: la inicial en mayúscula
del estar aquí...y ya también los hombres
más fuertes aplican de nuevo las llaves enrollándose al jugar,
como aquélla que Augusto el Fuerte hacía
en la mesa a un plato de estaño.

Ah, y alrededor de este
centro, la rosa de la espectación:
florece y se deshoja. En torno a este animador
que patalea, el pistilo, alcanzado por su mismo
polen floreciente, fecundado para la apariencia
de un nuevo desánimo, su
nunca conciente, -brillando con oscura
superficie de una aparente sonrisa leve del desánimo.

Aquí: el marchito, arrugado atleta,
el viejo, que nomás tamborilea,
encogido de su poderosa piel, como si antes hubiera
albergado dos hombres y uno
yaciera ya en el cementerio y él sobreviviese al otro,
sordo y a veces un tanto
confuso, en la enviudada piel.

Pero el joven, el hombre, como si fuese el hijo de una cerviz
y una monja: compacto y fuerte, lleno
de músculos e ingenuidad.

Oh, vosotros,
que una aflicción, cuando aún era pequeña,
recibisteis alguna vez como juguete en una de sus
largas convalescencias...

Tú, el del salto,
como sólo lo conocen las frutas, inmaduro,
que a diario cien veces cae del árbol construido
por el movimiento conjunto (el que, más veloz que el agua, en pocos
minutos tiene su primavera, verano y otoño) –
cae y choca contra la tumba:
a veces, a media pausa, se quiere elevar de ti
un rostro amoroso hacia tu raras veces
tierna madre; pero se pierde en tu cuerpo,
desgastado en su superficie, este rostro
apenas intentado...Y de nuevo
bate el hombre la mano para el salto y antes
que un dolor se te pronuncie en la cercanía de tu siempre
trotante corazón, se le adelanta el ardor de las plantas
de los pies a aquél que lo causó haciendo salir de tus ojos,
rápidamente, un par de lágrimas de tu cuerpo.
Y sin embargo, a ciegas,
la sonrisa...

¡Ángel! Oh, tómala, recógela, la hierba medicinal de pequeñas flores.
Crea un frasco, ¡consérvala! Colócala bajo aquellos gozos que
aún no se nos han abierto; en una urna amable
celébrala con una inscripción de ímpetu floral: “Subrisio Saltat.”*

Y entonces tú, amorosa,
tú, sobre la que saltaron mudos
los gozos más encantadores. Quizá son
tus flecos felices para ti -,
o sobre los jóvenes
y firmes senos se siente infinitamente consentida
la seda metálica y nada le falta.
Tú,
siempre diferente fruto mercantil de la indiferencia
sostenido públicamente por debajo de los hombros
sobre todas las básculas de oscilante equilibrio.

Dónde, oh, dónde está el lugar –lo llevo en el corazón-,
en el que aún falta mucho para que lo puedan, en el que aún
cae uno del otro, como animales copulando que en realidad
no hacen pareja; -
donde los pesos aún son pesados;
donde aún los platos se tambalean
sobre sus agitados e inútiles
bastones...

Y de pronto en este fatigoso Ningún-Lado, de pronto
el sitio indecible, en el que el puro No-Suficiente
incomprensiblemente se transforma-, salta bruscamente
hacia aquel Demasiado-Vacío.
Allí donde la cuenta de muchas cifras
se resuelve sin números.

Plazas, oh Plaza en París, escenario infinito
en el que la modista Madame Lamort
los intranquilos caminos de la tierra, bandas infinitas,
anuda y retuerce y con ellas inventa nuevas
corbatas, volantes, flores, escarapelas,
frutas artificiales,-todas
artificialmente pintadas,- para los baratos
sombreros invernales del destino.
..........................................
¡Ángel! Hubiera una Plaza, que la supiéramos, y allí
sobre el tapete indecible mostraran los amantes, que aquí
nunca lo logran consumar, sus atrevidas
y altas figuras del ímpetu del corazón,
sus torres de placer, sus
escaleras que desde tiempo ha, temblando,
se apoyan una en la otra,- y si lo pudieran,
delante del círculo de espectadores, innumerables muertos mudos:
¿Aventarían ellos sus últimas, siempre ahorradas,
siempre escondidas, las que no conocemos, eternamente
válidas Monedas de la Suerte, ante el par
que de verdad se ríe infinitamente sobre el apacigüado
tapete?



* La Sonrisa del Saltador





Traducción de Sergio Cárdenas. Ansbach, 27 de julio de 2000.
© Sergio Ismael Cárdenas Tamez

jueves, 7 de enero de 2010

RAVEL: Introducción y Allegro, en la ENM-UNAM



Carlos Flores (arpa), Juan Humberto Méndez (flauta), Alfredo Mendoza (clarinete), Violeta Heredia (Violín I), Solángel Valencia (violín II), Ulises Limón (viola) y Alberto Pérez (violonchelo), de mi Cátedra de Música de Cámara en la Escuela Nacional de Música-UNAM, tocan "Introducción y Allegro", del compositor francés MAURICE RAVEL. Grabación en vivo de la ejecución realizada el jueves 29 de octubre del 2009, en la Sala Xochipilli de la ENM-UNAM, en el marco de la Jornada Musical De Variopinta Índole, coordinada por mí.

martes, 5 de enero de 2010

Raymond Federman: La calle empedrada

RAYMOND FEDERMAN

La Calle Empedrada


¿Y si cuento yo mismo la historia?
Finalmente contar historias es un ejercicio
de seducción y fuerza,
por lo que me podría seducir a mí mismo
y de paso volverme más fuerte.

Es cierto que con frecuencia tropecé
en la historia larga y empedrada
que me trajo hasta aquí,
y que cuando me caía, rápido me levantaba
y me decía
que nadie me había visto,
y también
que había sido un accidente, la fatalidad, que hasta entonces
desvergonzadamente había negado,
que una pierna se me había atravesado y después seguía caminando,
cojeando, y me decía
está bien así, la caída no fue ninguna caída,
las piedras de la calle no eran ningunas piedras,
y cuando un puñado de gente se burlaba de mí,
otros me daban ánimo y decían
que llevaba en mí una bella historia y que yo
debería contarla, aunque fuera a mí mismo.

Traducción del alemán de © Sergio Ismael Cárdenas Tamez, de la versión de Gaby Hartel.
Ansbach, 15.01.2002.


Raymond Federman (*1928, París), vive en Buffalo, NY, USA.

viernes, 1 de enero de 2010

Mascha KALÉKO




Objeto artístico con Mascha Kaléko como tema, de la artista berlinesa Rengha Rodewill.

Imagen de Mascha Kaléko (derecha)




MASCHA KALÉKO

(1907-1975)

El tiempo no se mueve

El tiempo no se mueve. Somos nosotros los que perecemos.
Y sin embargo, la casa, el campo y el ganado que pasta
parecen fantasmas que nos rebasan con prisa
cuando pasamos frente a ellos en el tren.
Alguien nos saluda y desaparece, como en un sueño,
con todo y casa, campo, lámpara y árbol.

Así ha de ondear el paisaje de nuestra vida
rebasándonos hacia otra estrella;
y aún al acercársenos, nos es lejano.
De manera inútil tratamos de detenerlo
sabiendo bien que todo es una quimera.

El paisaje permanece mientras el tren
recorre las millas que se le han asignado.

El tiempo no se mueve. Somos nosotros los que huimos.

Traducción desde el alemán original de
© Sergio Ismael Cárdenas Tamez, 31.dic-2009.


Die Zeit steht still.
Wir sind es, die vergehen.
Und doch, wenn wir im Zug vorüberwehen,
scheint Haus und Feld und Herden, die da grasen,
wie ein Phantom an uns vorbeizurasen.
Da winkt uns wer und schwindet wie im Traum,
mit Haus und Feld, Laternenpfahl und Baum.

So weht wohl auch die Landschaft unsres Lebens
an uns vorbei zu einem andern Stern
und ist im Nahekommen uns schon fern.
Sie anzuhalten suchen wir vergebens
und wissen wohl, dies alles ist nur Trug.

Die Landschaft bleibt, indessen unser Zug
zurücklegt die ihm zugemessnen Meilen.

Die Zeit steht still.
Wir sind es, die enteilen.


aus: "dies. Die paar leuchtenden Jahre".
©2003 Deutscher Taschenbuch Verlag, München


http://en.wikipedia.org/wiki/Mascha_Kaléko