domingo, 22 de noviembre de 2009
RILKE en el Día del Músico
El Castillo de Duino, en Trieste, Italia, donde Rilke comenzó sus ELEGÍAS DUINENSES.
RAINER MARIA RILKE
A la Música
Música: respiración de las estatuas.
Quizá quietud de las imágenes.
Tú, lenguaje donde terminan los lenguajes.
Tú, tiempo, que se yergue vertical sobre el movimiento de corazones moribundos.
Sentimientos, ¿para quién?
Oh tú, transformación de los sentimientos, ¿en qué?: en paisaje audible.
Tú, forastera: Música.
Tú, espacio del corazón que se nos ha emancipado.
Lo más íntimo de nosotros que, excediéndonos, apremia:
santa despedida:
pues lo interior nos rodea
como la lejanía más ejercitada,
el otro lado del aire:
puro,
enorme,
no más habitable.
(POEMAS CONSUMADOS)
Traducción de Sergio Cárdenas
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