En el cotidiano REFORMA (CDMX), el 3 de octubre, 2017.
ELIAS
Música
de
FELIX MENDELSSOHN – BARTHOLDY
(
op. 70)
(Expuesto
por primera vez en el Festival de Música de Birmingham, Inglaterra, el 26 de
agosto
de 1846 bajo la dirección del compositor).
La
obra se canta en español. Traducción y adaptación hechas por Sergio Cárdenas,
basadas en el texto alemán original. Narración extraída del Primer Libro de
Reyes.
Marcos HERRERA, barítono
Luis Isaias SANTIAGO, narrador
Evelyn
Natalia MORA , niña soprano
COROS:
Convivium Musicum (Dir. Víctor Luna)
Canticum Novum (Dir. Nahum Aquino)
de la UAM-Iztapalapa (Dir. Angélica Ramírez)
Niños y Jóvenes Cantores de la FaM-UNAM (DIR. Patricia Morales)
R. Peralta (Dir: Noemí Mendoza)
Monte Sinaí (Dir. Edith Ruiz)
Orquesta Sinfónica “Estanislao Mejía”, de la
Facultad de Música-UNAM
Director Concertador: Sergio CÁRDENAS
Intermedio
al terminar la Primera Parte
Primera
Parte
Introducción al reinado de
Ajab ( 874-853 A. C. )
Narrador Ajab,
hijo de Omrí, comenzó a reinar en Israelel año treinta y ocho de Asá, rey de
Judá. Ajab, hijo de Omrí,
reinó sobre Israel en Samaría veintidós años. Ajab, hijo de
Omrí hizo el mal a los ojos
de Yahvéh más que todos los que
fueron antes que él.
Lo de menos fué haber seguido los pecados de Jeroboam, hijo de Nebat,
sino que,
además tomó por mujer a Jezabel, hija de Ittobaal, rey de los sidonios, y se
fue a servir a Baal postrándose ante él.
Alzó un altar a Baal
en el santuario de Baal que edificó en Samaría. Hizo Ajab el cipo y
aumentó la indignación de Yahvéh,
Dios de Israel, más que todos los reyes de Israel que le precedieron.
Elías
tesbita, de Tisbe de Galaad, dijo a Ajab:
LA GRAN SEQUIA
El anuncio del castigo Elías
Vive Jehová,
Dios de Israel, a quien sirvo yo:
He aquí no
habrá en estos años rocío ni lluvia,
hasta que yo
de mi voz.
Obertura Orquesta
1.- Coro El
Pueblo de Israel
Jehová,
¿habrás tú de destruirnos?
La siega ha pasado,
el verano terminó…
y no llegó ayuda alguna.
¿Quiere
Jehová ya no ser Dios en Sión?
Los ríos desaparecen
y se secan manantiales;
de sed, al paladar se
pega la lengua del niño.
Ya los pequeños piden pan
Mas no hay alguno que se los comparta.
2.- Dueto con Coro Pueblo
de Israel
¡Dios, oye
nuestra oración!
Sión
extiende sus manos ya
sin
encontrar consuelo alguno.
¡Dios, oye
nuestra oración!
3.- Narrador
¡Desgarrad
vuestros corazones y no vuestros vestidos!
Pues vuestro
pecado hizo que Elías cerrara el cielo por orden de Dios
Retornad,
pues, al Señor vuestro Dios;
pues es
clemente
compasivo
paciente
y de gran bondad.
Él sufre si
castiga.
“Si de todo
corazón me buscas,
ciertamente
habrás de hallarme”,
ha dicho
Dios.
4.- Coro Pueblo
de Israel
Mas el
Señor no la vió, de nos se burla:
La
maldición nos ha llegado,
nos
perseguirá hasta matarnos.
“Pues yo el
Señor, tu Dios,
soy un
celoso Dios que castigo
el pecado
de los padres en los hijos,
hasta en la
cuarta generación
de los que
me odian.
Mas tengo
misericordia
por mil
generaciones
Con los que
me aman y mis mandamientos
guardan”.
ESCENA EN EL TORRENTE DE
KERIT
5.- Narrador
Fue dirigida la palabra de Yahvéh a Elías diciendo: “Elías, sal de aquí y
vete al oriente y escóndete en el torrente de Kerít, que está al este
del
Jordán. Beberás del
torrente y a los cuervos encargaré que te sustenten
allí. Hizo según la palabra de Yahvéh y se fue a vivir en el torrente de
Kerit
que está al
este del Jordán. Los cuervos le llevaban pan por la mañana y carne por la tarde
y bebía del torrente.
6.- Coro Coro
de ángeles
El enviará
sus ángeles y ordenará
que te
cuiden en todos tus caminos,
que te
lleven en sus manos,
y que tu
pie no tropiece en piedra.
ESCENA EN SAREPTA DE SIDON
7.- Narrador:
Al cabo de los días se secó el torrente, porque no había lluvia en el
país. Y
le fue dirigida la palabra de Yahvéh a Elías diciendo: “Elías, levántate
y vete
a Sarepta y quédate allí; el Señor ordenó a una viuda de allí que te dé
de
comer”. Se levantó y se fue a Sarepta. Cuando entraba por la puerta de
la
ciudad había allí una mujer viuda que recogía leña. La llamó Elías y dijo:
“Traéme, por favor, un poco de agua para mí en tu vaso para que pueda
beber.” Cuando ella iba a traérsela, le gritó: “Tráeme, por favor, un
bocado
de
pan en tu mano.” Ella dijo: “Vive Yahvéh tu Dios, no tengo nada de pan
cocido; solo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite
en
la
orza. Estoy recogiendo dos palos, entraré y lo prepararé para mí y para
mi hijo, lo comeremos y moriremos.” Pero Elías le dijo: “No temas. Entra y
haz como has dicho, pero primero haz una torta pequeña para mí y
tráemela, y luego la harás para ti y para tu hijo. Porque así habla
Yahvéh,
Dios de
Israel: La
harina no se acabará en la tinaja ni se agotará el aceite en la orza hasta el
día que Yahvéh conceda la lluvia sobre la faz de la tierra.”
Ella se fue e hizo según la palabra de Elías, y comieron ella, él y su
hijo. No
se acabó la
harina en la tinaja ni se agotó el aceite en la orza, según la palabra que
Yahvéh había dicho por boca de Elías.
ESCENA DE LA RESURRECION
DEL HIJO DE LA VIUDA
8.- Narrador: Después de estas cosas, el hijo de la dueña de la casa cayó enfermo, y
la
enfermedad
fue tan recia que se quedó sin aliento. Entonces
ella dijo a
Elías: ¿Qué hay entre tú y
yo, hombre de Dios?
¿Es que has
venido a mí a recordar mis faltas
y hacer morir a mi hijo?
Elías
respondió: “Dame tu hijo”. Él lo tomó de su regazo y subió
a la
habitación de arriba donde él vivía, y lo acostó en su lecho; después clamó a
Yavéh diciendo: “Yahvéh, Dios mío, es que también vas a hacer mal a la viuda en
cuya casa me hospedo, haciendo morir a su hijo? Se tendió tres veces sobre el
niño, invocó a Yahvéh y dijo: “Yahvéh, Dios mío, que vuelva, por favor, el
alma de este ninño dentro de él”. Yahvéh escuchó la voz de Elías y el alma del
niño volvió a él y revivió. Tomó Elías al niño, lo bajó de la habitación de
arriba de la casa y se lo dio a su madre. Dijo Elías: “Mira, tu hijo vive”. La
mujer dijo a Elías: “Ahora sí que he conocido bien que eres un hombre de Dios y
que es verdad en tu boca la palabra de Yahvéh”.
9.- Coro
¡Bendición
a quien le teme,
a quien por
sus caminos va!
Tendrán los
justos luz en las tinieblas,
la luz de el tierno,
clemente
y del justo.
EL SACRIFICIO EN EL MONTE
CARMELO
10.- Recitativo con coro. Elías,
Ajab, Pueblo de Israel,
Profetas de
Baal
(Elías) Vive
Jehová, el Dios de Israel,
a quien
sirvo yo.
Hoy,
cumplido el tiempo,
yo me
mostraré ante el Rey
y el Señor
hará
que llueva
sobre la tierra.
(Ajab) ¿Acaso eres
Elías, quien confunde al pueblo de Israel?
(El Pueblo) ¿Eres
Elías, quien confunde
al pueblo
de Israel?
(Elías) No, yo no confundo a Israel,
Eres tú,
rey, y tu familia;
pues tú el
mandamiento del Señor
cambiaste
por Baal.
Pues bien:
envía a congregar
y a reunir
ante mi
a todo
Israel en el monte Carmelo;
y a todos
los profetas de Baal
y todos los
de Jezabel que en la
mesa del
rey comen …
entonces
sabremos quien es Dios,
(El Pueblo) Entonces
sabremos quien es Dios y Señor.
(Elías) Pronto,
profetas de Baal,
tomad un
novillo, mas no le pongais fuego;
e invocad
el nombre de vuestro dios
y yo
invocaré el nombre de Jehová;
y el dios
que responda fuego,
Dios él
será.
(El Pueblo) Si, y el
dios que responda con fuego,
Dios él
será.
(Elías) Orad
primero vos,
pues sois
más numerosos.
Empero he
quedado yo solo
como
profeta del Señor,
¡Invocad
vuestras deidades!
11.- Profetas
de Baal
¡Óyenos,
Baal, y respóndenos!
Sacrificio
ofrecemos,
¡óyenos y
respóndenos!
Oh Baal,
con tu poder,
Baal ¡respóndenos!
Fuego envía
y destruye al traidor.
12.- Recitativo con coro Elías,
Profetas de Baal.
(Elías) ¡Clamad más
fuerte!
Decís que
él es Dios:
recita
… o estará ocupado
o viajando
está …
¿por
ventura ... dormita?
¡
Despertadle!
¡Clamad más
fuerte!
¡Óyenos Baal!
Presto ven
¿porqué tardas?
(Elías) ¡Clamad más
fuerte,
que no
escuchó!
Herid
vuestros cuerpos con cuchillo
como es
costumbre,
y sobre el
altar debéis saltar
¡Clamad más
fuerte!
Nadie os
responderá,
nadie
escucha,
nadie oye.
¡Baal! ¡Baal!
¡óyenos Baal!
El enemigo nos
humilló,
¡oh, responde!
14.- Recitativo y Aria Elías
¡Oh gentes,
venid cerca
de mí!
Dios de
Abraham
Isaac
e Israel,
declara hoy
que tú eres Dios
y que yo soy tu siervo,
y que yo todo hago
por tu mandato.
Escucha, oh
Dios, ¡respóndeme!
Conozca el
pueblo
que tú eres
Dios
y vuelva a
entregarte el corazón;
que el
pueblo vuelva
a entregar
su corazón a tí.
15.- Coro
Echa tu
carga en el Señor
y él te
sustentará.
Al justo,
jamás zozobrar dejará:
su mano
está presente.
¡Cuán vasta
es su merced,
tan vasta
como el cielo!
Que nadie
se avergüence
de esperar
en él.
16.- Recitativo con coro Elías,
el Pueblo de
Israel.
(Elías) Oh tú, que
das a los ángeles ser:
tu palabra
cual flamante fuego
deja
descender.
(Pueblo) El fuego
descendió
y el
holocausto ya consume.
Delante de
él postraos ya.
¡Jehová,
nuestro Dios!
Nuestro
Dios uno es
y no hay
otros dioses junto a él.
(Elías) Falsos
profetas de Baal;
prendedlos
sin que falte uno,
y al
torrente llevadlos
y sean
degollados.
(Pueblo) Falsos
profetas de Baal;
prendedlos
sin que falte uno,
sean
degollados.
FIN DE LA SEQUIA
17.-Narrador Dijo Elías a Ajab: “Sube, come y bebe, poque ya se oye rumor de la
lluvia.
Subió
Ajab a comer y beber mientras que
Elías subía a la cima del
Monte
Carmelo y se encorvó hacia la tierra poniendo su rostro entre las rodillas y
oró diciendo:
(Elías) Jehová: tus
enemigos ya destruiste
y golpeaste. Ahora mira desde el
cielo
y vé la
desgracia que aflige a tu pueblo.
Abre los
cielos y baja de allí,
ven y ayuda
a tu siervo, oh Dios.
(El Pueblo) Abre los
cielos y baja de allí,
ven y ayuda
a tu siervo, oh Dios
(Elías) Vé más
arriba, niña,
y mira
hacia el mar …
vé si el
Señor escuchó mi oración.
(El niño) No veo
nada …
el cielo
está limpio sobre mi cabeza.
(Elías) Tu palabra
el cielo cerró
pues contra
tí ellos pecaron;
mas ahora
invocan
y oran en
tu nombre;
y ante ti
sus pecados confiesan.
Sé, pues,
benigno
y perdona
su pecar.
Ven y ayuda
a tu siervo, oh Dios.
(El Pueblo) A nuestros
ruegos benigno sé;
ven y ayuda
a tu siervo, oh Dios.
(Elías) Sube otra
vez
y mira
hacia el mar.
(El niño) No veo
nada …
la tierra
está ardiente bajo mis pies.
(Elías) ¿Oyes tú
rumor de lluvia?
¿Aún no se
ve nada en el mar?
(El niño) No veo nada
(Elías) Vuélvete
y de tu
siervo escucha la oración,
Dios,
Señor, mi Dios,
Cuando yo
clamo a tí, mi Señor,
no deseches
mi voz.
Muestra,
Señor tu misericordia.
(El niño) Ya veo que
una pequeña nube sube del mar …
El cielo se
oscurece con nubes y vientos:
¡Se acerca
una tormenta!
(El
Pueblo) ¡Gracias a Dios por sus
mercedes!
(Elías) Gracias a
Dios, pues él es bueno,
Y su bondad
dura por siempre jamás.
18.- Coro El
pueblo de Israel
¡Gracias a
Dios!
de la
tierra apagó la sed.
Las aguas
corren en gran caudal,
estruendosas
se mueven.
Los vientos
de tempestad …
su furia
potente …
Mas Jehová
los gobierna poderoso.
¡Gracias a
Dios!
De la
tierra se apagó la sed.
INTERMEDIO
Segunda
Parte
PROMESA DE YAHVÉH AL
PUEBLO DE ISRAEL
19.- Coro
No temas
ya, ha dicho Dios
No temas
ya, contigo estoy,
tu ayuda soy.
No temas ya
pues yo soy
Jehová tu Dios
quien dice
a tí:
No temas
ya.
Y si a tu
izquierda caen mil
y a tu
derecha caen diez mil,
a ti no han
de derribarte.
No temas
ya: contigo estoy,
tu ayuda soy
ha dicho Dios.
ESCENA DE LA PERSECUSION
DE ELIAS
20.- Narrador
Ajab refirió a Jezabel cuanto había hecho Elías y cómo había pasado a
cuchillo
a todos los profetas. Envió Jezabel un mensajero a Elías diciendo:
“Que los dioses me hagan esto y me añadan esto otro si mañana a estas
horas
no he puesto tu alma igual que el alma de uno de ellos”.
21.- Coro Pueblo
de Israel
¡Ay de
él! ¡Morirá!
¿Porqué
puede el cielo cerrar?
¿Porqué
profetiza en el nombre del Señor?
¿Porqué ha
hablado en el nombre del Señor?
¡Sea él de
muerte digno!
¡deténgalo!
¡agárrenlo!
¡Mátenlo!
22.- Narrador
Elías tuvo miedo, se levantó y se fue para salvar su vida. Llegó a
Beerseba
de Judá y dejó allí a su criado. Él caminó por el desierto una jornada
de
camino y fue a sentarse bajo una retama. Se deseó la muerte y dijo:
23.- Aria Elías
¡Basta
ya! ¡Señor!
toma mi
alma
pues no soy
mejor que mis padres.
Yo no
quiero vivir ya más
pues
vanidad son mis días.
Gran celo
por ti sentí, Señor Jehová
pues los
hijos de Israel
tu pacto
dejaron
y tus
altares han destruido;
mataron a
espada tus profetas.
Mas solo
estoy,
solo he
quedado …
y ya soy
buscado,
buscan ya
mi vida para quitármela.
¡Basta ya!
Toma,
Señor, mi alma.
24.- Narrador
Se acostó y se durmió bajo una retama, pero un ángel le tocó y le dijo:
“Levántate y come”. Miró y vio a su cabecera una torta cocida sobre
piedras calientes y un jarro de agua. Comió y bebió y se volvió a
acostar.
Volvió el ángel de Yahvéh por segunda vez , le tocó y le dijo:
“Levántate y
come,
porque el camino es demasiado largo para ti”. Se levantó, comió y
bebió y con la fuerza de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta
noches
hasta el monte de Dios, el Horeb.
25.- Trío Los
Angeles
Vuestros
ojos levantad a los montes
de donde
auxilio vendrá.
Vuestro
auxilio viene del Señor,
creador de
los cielos y tierra.
Dijo:
“Vuestro pié no hará tropiezo,
el guarda no dormirá,
no, nunca dormitará”.
26.- Coro
Mira, quien
cuida a Israel
no ha de
dormitar.
Si en el
temor vagas,
te
consolará.
ELIAS EN EL MONTE HOREB
27.- Narrador Entró en la cueva del monte Horeb y pasó en ella la noche. Le fue
dirigida
la palabra de Yahvéh, que le dijo: “Qué haces aquí, Elías”. El
dijo: “Señor,
en vano trabajo y uso mi fuerza inútilmente. Ah, tú que el cielo rompes,
y al enemigo
temblar haces a causa de tus
maravillas,
¿Porqué los
dejas extraviarse de tus caminos, y su corazón endurecer
y el temor
de ti perder? ¡Oh, que mi alma muera!”.
29.- Narrador Le
dijo: “Sal y ponte en el monte ante Yahvéh”.
30.- Coro He aquí que pasaba Jehová;
y un fuerte
viento que rompía los montes,
que
quebraba las rocas,
vino antes
del Señor.
Mas el
Señor no estaba en el viento.
He aquí que
pasaba Jehová;
y la tierra
temblaba
y el mar se
agitaba;
mas el
Señor no estaba en el sismo.
Y tras el
sismo vino un fuego,
mas el
Señor no estaba en el fuego.
Y tras el
fuego vino un apacible silbo
… y en el
silbo se acercó el Señor.
31.- Narrador Al
oírlo Elías, cubrió su rostro con el manto, salió y se puso a la entrada de
la cueva. Y Yahvéh le dijo:
“Anda, vuelve por tu camino hacia el desierto
de Damasco. Vete y unge a
Jehú como rey de Israel; y a Eliseo le ungirás
como
profeta en tu lugar”.
32.- Coro
Y el
profeta Elías irrumpió como fuego
y su
palabra como antorcha.
Derribó a
reyes orgullosos.
Oyó en el
Sinaí la represión
y en el
Horeb el castigo.
Cuando el
Señor le arrebató al cielo,
he aquí
bajó un carro con fuego,
también con
caballos de fuego;
y le llevó
en torbellino al cielo.
33.- Narrador: Por esto fue enviado al profeta Elías: para reconciliar el corazón
de los
padres con los hijos y el de los hijos con los padres antes del día de
la venida
del Señor. Y alguien se
levantará y vendrá de la salida misma
del sol; y
predicará el nombre de Yavéh aún por sobre los poderosos.
El será su
siervo, su elegido en quien encuentra complacencia.
En él
reposará el espíritu de Yahvéh: espíritu de sabiduría, de entendimiento, de
consejo, de fuerza, de conocimiento y de temor
de Yahvéh.
34.- Coro
Entonces su
luz como la aurora irrumpirá
y vuestra
salvación mostrará;
y la gloria
del Señor la acompañará.
Dios,
nuestro Padre,
¡cuán
grande es tu nombre en las naciones!
Amén.
Imágenes del acopio obtenido: más de 700 Kg y más de 1170 artículos de limpieza, baño, medicina, etc. Gran labor de la Mtra. Edith Ruiz Cepeda y su espléndido equipo de colaboradores en la Iglesia Metodista Monte Sinaí, de Ciudad Satélite, Naucalpan, EdoMex.
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