jueves, 29 de febrero de 2024

Filantropía Ejemplar

 

     Con Amparo González Berumen y su esposo, Emérico Hernández,

       en febrero, 2024, en la Ciudad de México.

Filantropía Ejemplar.

Reconocimiento a Amparo González Berumen.

por Sergio Cárdenas *

 

 

Mientras en un número destacable de países la filantropía alcanza niveles de normalidad, en México estamos aún lejos de considerarnos en ese nivel. Organismos de enorme impacto social, cultural y artístico de los Estados Unidos o el Reino Unido, por ejemplo, se mantienen en más de un 90% gracias a un actuar filantrópico permanente que busca su igual en otros lares.

 

En México esta actividad se puede considerar, en términos generales, en ciernes. Desde luego contamos con algunos empresarios y empresas que se han distinguido por una actitud generosa, aunque con no poca frecuencia lo que recibe la clasificación de filantropía, se queda corto de lo que la define. El Centro Mexicano de Filantropía se refiere al esfuerzo personal, que aporta tiempo, talento y recursos para lograr el desarrollo integral a partir de la participación comprometida de los ciudadanos en la solución de los problemas sociales del país. (1)

 

 Al parecer, el sistema fiscal con el que contamos en México, no estimula en su justa dimensión el ejercicio filantrópico de la sociedad. Las personas que realizan ese ejercicio a cabalidad, aunque también admiradas, son algo así como una “rara avis” de su comunidad. Con los tremendos retos y necesidades sociales, culturales y artísticas que tenemos en México, debemos de lamentar esta situación.

 

Pero en un tenor similar debemos celebrar a aquellas personas que sí podemos reconocer como filantrópicas en el sentido preciso del término. Este es el caso de Amparo González Berumen, jerezana (Zacatecas) de nacimiento, genuinamente tampiqueña por convicción desde hace décadas. Tampico y su sociedad han habitado el corazón de nuestra heroína, confirmando un vínculo estable, permanente, movido por el cariño y la entrañabilidad de una tierra que, a la vez, ha sido generosa con ella y su familia.

 

Amparo González Berumen es una empresaria exitosa que ha sabido desarrollar vasos comunicantes con su entorno, manifestándose en todo momento sensible y estimulante a su desarrollo. Prueba de ello son los bien diseñados y localizados sitios del Cafè Degas, como desarrollo de la empresa Café Costeñito, tan entrañable a la sociedad jaiba, con aromas y sabores seductores que, incluso, han sido reconocidos en concursos nacionales: puedo dar fe de ello.

 

Mas el actuar de Amparo González Berumen no se ha concentrado sólo en lo que Café Costeñito y Cafè Dègas necesitan y pueden aportar: su admirable generosidad se ha extendido a los ámbitos de la cultura y las artes, ámbitos en los que ha desplegado una profunda inquietud y urgencia por aportar algo a su comunidad, algo que abone a su desarrollo espiritual y emocional, algo que ayude a llenar vacíos o huecos que el quehacer público ha ido propiciando.

 

Una de estas notables aportaciones es lo que domingo a domingo nos comparte en su columna periodística desde hace un cuarto de siglo, maravillosa actividad que desempeña “ad honorem”. De manera similar, subrayo la admirable actividad que ha emanado de la Fundación Café Cultura, de la que es Directora, Fundación que en 2024 celebra 27 años de brindar un cúmulo de acciones culturales y artísticas, altamente calificadas y de manera gratuita, a la sociedad jaiba y de su zona metropolitana: literatura, música, cine, artes plásticas, danza, historia, teatro, periodismo, ecología, son los terrenos abordados por la fundación referida. De manera especial, menciono el Concurso de Fotografía LUZ Y CAFÉ, que se ha venido llevando acabo en los tres lustros recientes, reuniendo a lo más  granado de la fotografía mexicana y en el que se han incluido homenajes a los más reconocidos maestros de la lente.

 

Digno es de mencionar que la propia Amparo González Berumen ha incursionado en la fotografía,  logrando exposiciones individuales y dos libros publicados que documentan esa producción artística (por los Gobiernos Estatales de San Luis Potosí y Zacatecas). Además, ha emprendido un trabajo editorial que impulsa el talento literario y poético de los artistas locales; una mención especial en este rubro editorial, merece la publicación de “An Tenec Cau”, Diccionario y Vocabulario de la Lengua Huasteca, con el que la Fundación Café Cultura ha hecho una grandiosa aportación a la cultura nacional.

 

Amparo González Berumen es una persona afable, prudente, sensible, muy culta, muy fina: son, sin duda, valores que aunados al éxito empresarial, hacen posible esa filantropía ejemplar que brilla y hace brillar el sureste tamaulipeco, que fija parámetros en el ejercicio social y cultural de Tamaulipas y que, con todo ello, tonifica a la sociedad y a sus hacedores de arte y cultura. ¡Un saludo de honor y agradecimiento a Amparo González Berumen por su ejemplar aportación social, cultural y artística! Es un ejemplo digno de seguir.

 

Ciudad de México; el 27 de febrero de 2024.

©SergioIsmaelCárdenasTamez .

 



(1)   https://www.google.com/search?q=filantrop%C3%ADa+en+m%C3%A9xico&oq=filantrop%C3%ADa+en+m%C3%A9xico&gs_lcrp=EgZjaHJvbWUyBggAEEUYOTIICAEQABgWGB7SAQg1MjMwajBqN6gCALACAA&sourceid=chrome&ie=UTF-8

 

· * Premio Nacional de Artes y Literatura 2021; Premio Nacional “Eduardo Loarca Castillo”;

     Doctoratus honorem (Conferencia Internacional de la Comunidad Universitaria)

 





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