Me he enterado hoy, 3 de enero de 2015, del sensible fallecimiento de mi muy querida amiga, la Mtra. ÉRIKA KUBACSEK. En el año 2001, a raíz del 30º Aniversario del CORO CONVIVIUM MUSICUM, escribí el siguiente artículo, en el que se manifiestan mis sentimientos agradecidos a tan significativa persona de la vida musical de México. ÉRIKA KUBACSEK fue siempre un apoyo invaluable a mi quehacer musical en México. Cuando tuve mi primera presentación pública como Director en la capital mexicana (el 18 de junio de 1977, dirigiendo el oratorio MESÍAS con al Coro Oratorio de la A.M.E.N.), ahí estuvo ÉRIKA KUBACSEC apoyando con eficiencia y generosidad desde el clavecín. Larga es la lista de los encuentros, trabajos musicales y correspondencias que tuvimos desde que nos conocimos en aquel 1977. En todo momento, su palabra y su contribución musical fueron constructivas, rigurosas, buscando con honestidad la excelencia artística, siempre conciente de su compromiso social en tanto que artista.
El Gobierno de México reconoció su enorme aportación a la cultura musical mexicana al otorgarle en el año 2003 la
Condecoración Orden
Mexicana del Águila Azteca en grado de Insignia.
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TRES DÉCADAS DE MAGIA CORAL
por Sergio Cárdenas
Al poco tiempo de haber
iniciado mis estudios musicales de manera formal (febrero de 1967) en la
escuela de música que dirigía el Prof. Oscar Rodríguez, supimos quienes
estudiábamos con él que acababa de fundar un nuevo coro en la Ciudad de México.
Dada la raquítica actividad coral que por aquellos años se realizaba en el
país, la fundación de un nuevo coro era todo un acontecimiento histórico. Las
aspiraciones de entrega, goce y excelencia que se proponía el Prof. Rodríguez
encontraron muchos simpatizantes y el proyecto, que devino en lo que se
denominó CORO CONVIVIUM MUSICUM, pronto se convirtió en punto obligado de
referencia en el devenir musical de México.
Esto se notó desde aquel
memorable concierto en el Ex-Convento de Tepotzotlán, cuando los fundadores de
este coro interpretaron la "Pasión de N. S. J. según San Juan", de J.
S. Bach, con un conjunto orquestal formado especialmente para dicha ocasión que
contó con la participación de algunos de los más célebres músicos de México,
como lo fueron Manuel Enríquez y Sally van den Berg.
Oscar Rodríguez salió poco
después del país y su lugar lo ocupó Luis Berber, cuya estancia al frente del
CONVIVIUM MUSICUM también fue breve. Pero entre las muchas bondades y talentos
que el CORO CONVIVIUM MUSICUM congregó desde sus inicios, estaba una persona
que por su integridad musical y humana ha incidido de manera más que sólo
positiva en la vida musical mexicana: fue un acierto que se ponderara con
objetividad y de manera responsable, la capacidad pedagógica, organizativa y
musical de la Maestra ÉRIKA KUBACSEK para depositar en sus manos la conducción
artística de este simpático y convincente conjunto de voces cuya contribución a
la actividad musical de México no ha sido aún lo suficientemente aplaudida y
reconocida.
Uno de los misterios de la
música es que deviene en un espacio temporal diferente al tiempo cronométrico
que nos marcan los relojes. En otras palabras, la música es tiempo sustraído
del tiempo. Cuando uno ha sido tomado en cautiverio y poseído por
ese misterio de todos los misterios, nuestra verdadera vida transcurre en otro
tiempo; es un transcurrir junto al cual los relojes caminan con pequeños pasos,
como lo refiere Rilke en uno de sus "Sonetos a Orfeo".
Si hoy vemos los calendarios
y nuestros relojes, podremos constatar que han pasado ya tres décadas desde que ÉRIKA KUBACSEK propicia vivencias musicales, muchas de ellas inolvidables, al
frente de su CONVIVIUM MUSICUM: corroboramos, de esta forma, que también esta
actividad de índole musical la hemos venido realizando (escribo en primera
persona del plural porque, de manera inevitable, me siento parte del CONVIVIUM
MUSICUM) en otro tiempo, que parece haber comenzado apenas ayer y cuyo
transcurrir apenas hemos percibido: tal ha sido el grado de compenetración con
el que se ha vivenciado esta actividad coral.
El
agradecimiento y el reconocimiento que les profeso a ÉRIKA KUBACSEK y al CORO
CONVIVIUM MUSICUM no se originan sólo en las muchas vivencias cargadas de
emoción y expresión en las que nos hemos encontrado gracias a la magia de Bach,
Mozart, Beethoven, Schubert, Mendelssohn, Brahms, Mahler, Enríquez, Orff y
otros más, sino también en el enorme compromiso social que han asumido al
brindar sus voces, tiempo y esfuerzo participando en los diversos festivales y
conciertos que he tenido en suerte dirigir en muchas partes de México, en
especial en los célebres Festivales de Oaxaca, que permanecerán imborrables en
mi memoria gracias a una contundente "Pasión San Juan", de Bach, en
el Teatro Macedonio Alcalá, y al estreno mundial de la cantata "A
Juárez", de Manuel Enríquez, en el Auditorio Guelaguetza, ante más de 12
mil espectadores.
En especial agradezco la
manera tan comprometida con la que ÉRIKA KUBACSEK y el CORO CONVIVIUM MUSICUM
se solidarizaron conmigo y con la entonces Filarmónica
del Bajío ante los embates (que en el contexto actual bien podrían
calificarse como de 'terroristas') destructivos que el entonces Gobernador
Interino de Guanajuato nos profirió hace ya casi diez años: esa solidaridad
incólume contribuyó a la permanencia de la mencionada institución orquestal,
primero como Filarmónica del
Bajío-Querétaro, luego como Filarmónica
de Querétaro, que justo este año
ha llegado a su Decimoquinto Aniversario.
Siempre he considerado que
el ejercicio musical es un ejercicio de generosidad. Es estimulante ver que
otros humanos comparten esta postura. Por ello hago votos porque la nueva etapa
del CONVIVIUM MUSICUM, que recién inicia, se mantenga generosa y seductora,
entusiasta y cautivadora, constructiva y enriquecedora: me parece que la
inercia de las tres décadas más recientes, con la ejemplar conducción de ÉRIKA
KUBACSEK, es la mejor garantía de que así será, para regocijo y satisfacción de
todos. ¡Enhorabuena!
Foto del 16 de junio de 1977 - Sala Nezahualcóyotl - Ciudad de México
