sábado, 25 de diciembre de 2021

Las siete décadas de Sergio Cárdenas…. por VÍCTOR ROURA

 




https://sdemergencia.com/2021/12/24/la-letra-no-es-un-factor-determinante-para-la-profundidad-de-la-musica/ 



“LA LETRA NO ES UN FACTOR DETERMINANTE PARA LA PROFUNDIDAD DE LA MÚSICA”

Las siete décadas de Sergio Cárdenas…

 Víctor Roura / 2021-12-25


Tiene más de medio siglo desde que estrenó y se estrenó como compositor. De hecho, precisamente como compositor, tiene un catálogo que rebasa el centenar de obras, muchas de las cuales han sido estrenadas con éxito en Alemania, Austria, Italia, Francia, Polonia, Suiza, Estados Unidos, Bélgica, Egipto, Taiwán, Corea del Sur, Japón, España y México. Además, es el único mexicano que ha ocupado la titularidad en organismos orquestales de Alemania, Austria y Egipto, además de su país natal. Compositor, director de orquesta, también traductor y hacedor de libros… en este 2021, Sergio Cárdenas arribó a sus siete fructíferas décadas de vida. Y sí: aquí queremos celebrarlo… 



Compositor, traductor, director de orquesta, hacedor de libros

En este año que finaliza el músico, compositor y director de orquesta Sergio Cárdenas arribó a sus siete fructíferas décadas de vida, el pasado 17 de junio; ese día, del año 1951, vio la luz primera en Ciudad Victoria, Tamaulipas.

Desde muy joven empezó a destacar en la música sinfónica, habiendo dirigido ya orquestas de indudable prestigio como la Sinfónica de la Universidad de Música Mozarteum de Salzburgo, Austria; la Sinfónica de Hof, de Alemania; la Sinfónica de El Cairo, Egipto; la Sinfónica Estanislao Mejía de la Facultad de Música de la UNAM, y de cámara Consortium Sonorus, de la que es fundador, además de haber sido titular de la Orquesta Sinfónica Nacional de México y de la Filarmónica de Querétaro.

Es compositor de un catálogo que rebasa el centenar de obras, varias de ellas estrenadas en países como Alemania, Austria, Italia, Francia, Polonia, Suiza, Estados Unidos, Bélgica, Egipto, Taiwán, Corea del Sur, Japón, España, además, por supuesto, de México. Posee, asimismo, diversas grabaciones no sólo accesibles en México, sino en diferentes partes del mundo.

No sólo eso.

También ha escrito numerosos libros sobre aspectos musicales: yo le edité en 2010, en la colección “Cuadernos de El Financiero”, el volumen Una dimensión no lineal, que recoge diversos ensayos sobre temas musicales.

Es conocida también su faceta de traductor poético, habiendo realizado versiones de más de 80 poemas y todas las Elegías Duinenses de Rainer Maria Rilke y otros 40 de diversos poetas alemanes contemporáneos como Rost, Braun, Becker, Gernhardt, Grass, Wondratschek, Wirz, Gruenbein, Auslaender y Leemann…

Es admirada, faltaba más, su labor magisterial, sobre todo en la UNAM.

La siguiente es una conversación con don Sergio Cárdenas efectuada hace algunos ayeres —con la batuta en el podio dirigiendo a la Orquesta Sinfónica Nacional, plática no común entonces en un director de su talla… ¡con menos de 30 años de edad!—, pero cuyo núcleo reflexivo sigue vigente aún en su pensamiento de los días que corren.

Estudiantes de la Academia Real de Música

Lograr que a través de un mensaje musical pueda llegar al público una experiencia puramente sensorial es el objetivo de Sergio Cárdenas, entonces titular de la Orquesta Sinfónica Nacional.

—Esto es sumamente difícil —dice—; sobre todo, cuando estamos viviendo en un medio tan contaminado auditivamente. Lograr que el público trascienda la vivencia auditiva de lo que está escuchando es muy complicado, pero esa es la meta de todo arte.

Sergio Cárdenas se mueve en forma constante en su asiento, detrás del escritorio.

—No es mi principal preocupación —dice respecto a la balada, la música de más consumo en el país—. Generalmente, cuando escucho estas cosas es en ciertos restaurantes en donde va uno a comer y no se le tiene consideración a la clientela. Tenemos que estar oyendo a fuerza su mentada música de fondo. Entonces, me doy cuenta más o menos de cómo andan las cosas; pero, en realidad, sinceramente, no me llama la atención ni me interesa tampoco porque creo yo que ha faltado mejor preparación en los compositores de ese tipo de música. Digamos: en un tiempo estuvieron dominando Los Beatles con sus creaciones. Y a mí, particularmente, me gustan bastante los temas de ese grupo. Y una vez me interesó saber por qué ellos tenían tan buena música, aun siendo rocanroleros. Y en las investigaciones estas, naturalmente no profundas, me encontré con que todos los integrantes del conjunto habían sido estudiantes de música en la Academia Real. Tanto Lennon como McCartney habían estudiado composición musical. En serio. O sea, que sabían en realidad lo que era el oficio. Aparte de que ellos, por sí solos, por naturaleza, tenían talento.

El rock en la secundaria

Atiende el teléfono. Pregunta por Mario Lavista. Su oficina es pequeña, pero acogedora. Una cortina evita el paso del Sol. Cuelga y responde:

—Comparadas con las creaciones que se realizan en Estados Unidos, claro que no se da el jazz en México. En primer lugar, porque ese país es muchísimo más grande que México, más del doble. Y de población, también. Y en segundo lugar, porque el jazz es una música netamente estadounidense. Y no puede esperarse que en México tenga la misma repercusión. Además, quizá se deba esto a que el jazz, en sí, es una expresión, una forma musical que va más allá de la simple estimulación sensorial, como puede ser la música de los Bee Gees o de Travolta o grupos por el estilo. El jazz tiene unas virtudes relajantes por su estructura interna, porque su forma musical es mucho más amplia que los compases incluidos en las creaciones, si así se les puede llamar, de los Bee Gees y de esos arreglistas del momento.

—En su inicio, ¿participó usted en algún grupo moderno?

—No, en realidad no —dice apresurado—. En la secundaria yo tuve siempre el sueño de llegar a ser baterista de un grupo de rocanrol. Pero era en aquel entonces, en primero de secundaria, tendría 13 o 14 años. 1964. En aquel entonces me apasionaba el rocanrol. Pero en la música en general yo no creo que haya esas divisiones que muchos elitistas consideran que existen, que hay la música buena, que es la clásica, la culta, y la otra, ¿qué será?, ¿inculta?, no sé… pero en realidad, no: Los Beatles tienen música excelente, Gershwin también, los espirituales negros o los jazzistas tienen cosas fabulosísimas también. Por eso, en música nada más hay buena o mala. Y se acabó la historia, ¿no? También Beethoven tiene cosas malas. Eso se da en todos lados. Pero en ese entonces, en mi etapa de secundaria, quizá porque era la moda o por las influencias del momento, me gustaba el rock. Asimismo, también estudiaba piano, intervenía en el coro infantil.

“La música no tiene nada que ver con el canto”

—¿ Qué fue lo que lo inclinó más hacia la llamada música culta?

—Lo que sucede es que en aquel entonces, de manera inconsciente o en forma intuitiva, sentí esa atracción por la música clásica. Porque la expresión era más profunda. El mensaje musical es mucho más amplio. Y mucho más variado. Y no se limita a las formas pequeñas y cortas de la música popular.

—¿No tuvo alguna vez la necesidad de incluir letra, para darle otro tipo de profundidad a la música?

—¿Letras de qué? —gesticula Sergio Cárdenas—, ¿de incluir en dónde? La música no tiene nada que ver con el canto. Nada.

Sus manos parecen también hablar.

—¿No tuvo nunca interés por mezclar el canto con la música? —se le insiste.

—Ah, sí, bueno, pero eso no tiene en realidad por qué considerarse…

—¿Por qué?, ¿le resta importancia?

—No. La letra, en sí, tiene importancia. Pero la letra no es un factor determinante para la profundidad de la música. Eso nunca. En ninguna obra. Ni de Mozart ni de Beethoven ni de nadie…

—¿En Bob Dylan?

—En ningún compositor —enfatiza—. En ninguna obra. Ahí está Leonard Cohen, por ejemplo, que tiene textos preciosísimos pero una música aburrida como ella sola, ¿no? Sus textos maravillosos encuentran su vehículo de acercamiento para lograr un mayor contacto a través de la agregación sonora. En realidad, lo que ahí valen son los textos… Es que la música no tiene nada que ver con el texto. El texto no forma parte de un fenómeno musical…

—El caso de la ópera…

—Tampoco, porque la ópera es teatro musical. Lo que cuenta en la ópera es el teatro, el drama de la escena que va reforzado con la música. Entonces, la música se adapta a una escena teatral. Los grandes compositores de ópera son los que saben cantar la esencia de la escena dramática.

“La música no existe”

Se había hablado ya de jazz, de balada, de música clásica.

Sergio Cárdenas se extraña de tanta diferencia para definir a los géneros. Para él, todo es música.

—O hay música buena o mala —asevera—. Pero es que aquí hay varias complicaciones semánticas. Si vamos a tratar de hablar sobre las cosas con toda claridad, empecemos diciendo que la música no existe. No existe: es algo en un cierto momento que, dadas las condiciones, se vuelve música. Pasado ese instante, ya pasó. La música no es algo que usted pueda palpar, que pueda decir: esto es música. Así que si empezamos por el asunto de las definiciones, tenemos que comenzar por esta declaración: la música no existe.

—Pero la música está conformada por sonidos y éstos sí son identificables. Ahí están Cage o Stockhausen. ¿Qué opinión tiene de ellos?

—Ellos producen una colección interesante de ruidos. A mí no me interesa ese género, porque ahí en ese caso se trata de experiencias sonoras que tienen su existencia con base en efectos, en donde un efecto se presenta como justificación o garantía para que pueda pasar un cierto momento y se espera el siguiente efecto. Pero en cuanto a combinación sonora, no. La música tiene que considerar varios aspectos. El fenómeno musical es un fenómeno en donde entra una dualidad de propiedades. Y una de ellas es una dualidad cósmica, en donde la naturaleza, el cosmos, decide todo, independientemente de lo que yo o Brahms o Chávez o Cage digamos. Y la otra es el aspecto humano. Y va a depender del entendimiento que se tenga del cosmos para que todo esto llegue a un engranaje, de tal manera que el fenómeno cósmico se vuelva un fenómeno musical. Y pasadas las circunstancias, desaparezca.

Y sonríe como para sí mismo.

Contrariedades de Cárdenas

[La siguiente crónica, de hace cuatro décadas (23 de agosto de 1982 sucedida en Aguascalientes), define la característica ética de Sergio Cárdenas, que a la fecha sigue siendo, el hombre, el mismo de siempre, lo cual exhibe al ser cabal que es, que siempre ha sido, este compositor señero.]

Hablaba sobre la posibilidad de crear foros nuevos, cuando fue interrumpirlo.

—Que nos disculpen los periodistas, pero el maestro Sergio Cárdenas no fue invitado a esta conferencia —dijo Enrique Villa.

—Me perdona, pero no es cierto —contesta desconcertado Víctor Sandoval, entonces director de Promoción Nacional del Instituto Nacional de Bellas Artes—… no es cierto, yo personalmente…

—… Me perdona, pero no… —adujo Villa.

—… Le informé sobre la cita…

Víctor Sandoval no hallaba cómo decir lo contrario. De pronto su coraje creció. La cámara de televisión estaba atenta al imprevisto suceso. Un silencio reinaba en la sala. Enrique Villa, jefe de Relaciones Públicas de la Orquesta Sinfónica Nacional, insistió:

—El maestro Cárdenas no estaba enterado de esta conferencia. Me lo acaba de decir.

Y dijo que, sin embargo, Cárdenas estaba presente, por lo que Víctor Sandoval indicó que si estaba ahí pues que pasara, que adelante, que si bien el comienzo de la conferencia se había atrasado precisamente por esperarlo, pues ya ni modo, pero ya que estaba él ahí pues que adelante, vamos, vamos. Y de nuevo el silencio generalizado se produjo, mismo que quiso romper el propio Sandoval cuando dijo que si queríamos hacer más preguntas que adelante, vamos, vamos. Pero no dio tiempo a nada, porque se vio entrar al director de la Sinfónica Nacional, Sergio Cárdenas, sencillamente vestido, playera azul y pantalón del mismo color, con lentes oscuros y una cara de disgusto que no podía ocultar. Tomó asiento. Parecía no mirar a nadie. Y se invitó a preguntar.

—La obra de Daniel Catán: En un doblez del tiempo, que se estrenará en esta ciudad [Aguascalientes], ¿fue por encargo de la Sinfónica?

Cárdenas se quitó los lentes oscuros. La cara de disgusto era notable. Miró a la gente. Se diría que casi retadoramente. Y dijo:

—No sé qué se ha dicho. Ha sido un error. Me parece una… falta de educación el iniciar una conferencia así.

Así, sin su presencia. Pero ya estaba él ahí. Y todo podía iniciarse. Además, Víctor Sandoval sólo había comentado la labor del INBA. No había ido muy lejos. Entre otras cosas, había apuntado la acción descentralizadora de ese instituto, el entusiasmo por resaltar los valores de la comunidad provinciana, la idea de formar un público consumidor del arte, de crear la vocación artística, de plantear una serie de proposiciones para que, en el ya cercano próximo sexenio [el de Miguel de la Madrid Hurtado], no haya rupturas tan perjudiciales en la línea cultural. Y hablaba sobre la posibilidad de crear foros nuevos cuando fue interrumpido.

Pero ahora ya se podía comenzar la conferencia.

Pidió disculpas Sergio Cárdenas y dijo que este tercer Festival de Verano obedece a toda una política planteada previamente:

—La orquesta veía con gran preocupación que su nombre no se justificara por completo. De ahí salió la idea de cubrir, con su música, varias zonas de la República. Que tuviera más penetración. Que contribuyera más a la labor cultural. Que su repercusión fuera más duradera.

Y de ahí, también, nació la idea de no limitarse únicamente a conciertos sinfónicos sino de extenderse al aspecto educativo, pedagógico, al didactismo, a cuidar la política de difusión de la orquesta. Esta vez, la Sinfónica Nacional dedicó su programa de apertura a Manuel M. Ponce en el centenario de su natalicio [Zacatecas, 1882-1948]. Y “aprovechando la coyuntura”, Cárdenas encargó una pieza a Daniel Catán [Ciudad de México, 1949-2011] con la única condición de que su pieza fuese un homenaje a Ponce:

—¿Te conmueve la música de Ponce? —preguntó Cárdenas a Catán.

Y Catán respondió que sí.

Eso fue todo.

Pues órale, a trabajar en una obra dedicada a él. Así fue.

Esta obra, En un doblez del tiempo, ha sido la primera que estrena mundialmente la Sinfónica Nacional durante sus festivales de verano. Aunque, aclaró Cárdenas, “si pensamos en términos de música nueva, tendremos que observar para quién es lo nuevo” y, en este caso, dijo que han dado a conocer mucha música a la gente de provincia, por lo que a final de cuentas viene siendo como tocarles música nueva. Cárdenas se refirió, durante toda la charla, a la falta de participación democrática en el país. Dijo que el apoyo no se da en los mismos lineamientos, lo que ocasiona una inexistente política cultural en la nación:

—No se ha establecido nunca una línea clara a la política musical —indicó.

Y aseveró que habría que deslindar responsabilidades. De lo contrario, marcharemos siempre con la esperanza a cuestas y con nada concreto.

A su lado, Víctor Sandoval tenía la mirada perdida. Y Adriana Landeros, la hija del gobernador y directora del Fonapás de esta Aguascalientes, miraba hacia todos lados, hasta que en un momento dado optó por levantarse y retirarse, aburrida, de la sala. La conferencia estaba llegando a su fin. La tensión había disminuido. Parecía que, en realidad, no había pasado nada. Que esa mano abierta de Víctor Sandoval, que se quedó así, abierta, pues Cárdenas decidió no estrecharla, había sido sólo una alucinación momentánea.

Pero no.

Porque al finalizar la rueda de prensa, Cárdenas dijo que nos veríamos en la noche en el Teatro Morelos para la inauguración:

—Si no hay más disgustos —dijo.

Y algo ha de pasar, porque el propio Cárdenas convocó a una conferencia al otro día en el comedor del Hotel Francia y dijo que esta vez la Medalla Ponce, entregada a Juan S. Garrido, José Ruiz Esparza Vega y a Carlos Vázquez, “no tiene nada que ver con el propósito por el que fue creada” ya que, según Cárdenas, en esta ocasión la Sinfónica Nacional no participó en la elección de los ganadores y, de haberlo hecho, sólo hubiera reconocido a Carlos Vázquez. Y dijo que no tiene nada contra los otros dos pero que, simplemente, el propósito de la entrega de la medalla es apreciar los valores musicales. Sólo eso. Al imponerle nombres a la Sinfónica, se ha rebajado la calidad del premio, asentó Cárdenas:

—Se hace énfasis de la institucionalidad y se nos limita la capacidad creadora —comentó—. No tenemos, así, ninguna capacidad de decisión sobre un proyecto nuestro —indicó, contrariado.

Y la conferencia improvisada concluyó.

Pocos creadores, muy pocos —más bien, nadie, o casi nadie—, confrontan de manera directa a las autoridades por temor a perder sus empleos: dos años después de esta contrariedad cardenista, abandonaba Sergio Cárdenas la batuta de la Orquesta Sinfónica Nacional después de haberla dirigido durante un lustro: de 1979 a 1984.



El conflicto continúa en la UNAM

Así como la anterior anécdota, el compositor no ha modificado un ápice su ética transgresora (es decir, “transgresora” para los que se ven afectados con sus denuncias, sin por ello afirmar que no sean justificadas: en un país de “minucias” corruptas son necesarias las voces como la de don Sergio Cárdenas), a tal grado de que, por eso mismo, por hacer públicos los tejemanejes en la Facultad de Música de la UNAM, donde era un académico respetado, fue despedido con insolencia injustificada en 2018. Al respecto, a pregunta expresa, Sergio Cárdenas, de puño y letra, responde:

—Lo de la UNAM aún no concluye: se las han ingeniado para darle largas al caso, no presentándose a declarar, etcétera. La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), incluso, tuvo que acordar el envío de la fuerza pública para que se presentara el último testigo, cuya comparecencia se atrasó… ¡casi dos años, pandemia de por medio! Mi abogado me ha informado que sólo falta un cotejo, pero hasta antes de salir de vacaciones, la JFCA no había fijado fecha para ello.

“Mi abogado, desde que se inició el caso, me ha dicho que no hay manera alguna de que la UNAM reciba un veredicto a su favor, en lo cual confío, convencido como estoy, además, de no haber cometido ilícito alguno, mientras que la UNAM, en especial a través de la directora de la Facultad de Música y sus esbirros (¡literalmente!), han incurrido en tremendas arbitrariedades con alarde de impunidad, veleidad y prevaricación. Poco a poco han estado saliendo a la luz pública las diferentes minucias que se permite el cártel de música de la UNAM que, furioso por mi denuncia pública de sus despilfarros (18,300 dólares mensuales a un batutero de cuarta para que se parara en el podio de la OFUNAM no más de, en total, tres meses al año), se alió con la dirección de la FaM para proceder con la consabida arbitrariedad. Por fortuna, no hay mal que dure 100 años; confío en que así se confirmará en el 2022”.

Que así sea.

Porque la corrupción sigue estando allí, simuladamente oculta, debajo de la elegante o discreta alfombra, según.


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VÍCTOR ROURA (Mérida, Yuc, Mx, *1955), escritor, ensayista, editor y periodista de larga y brillante trayectoria pública. Durante un cuarto de siglo, fue el editor de la sección cultural del periódico EL FINANCIERO (CdMx). Desde 1919 es el encargado de la sección cultural de Notimex, agencia de noticias del Estado Mexicano. De él se han publicado más de 30 libros.

Salida de Emergencia es una revista digital de periodismo cultural fundada por el periodista José David Cano, en marzo de 2020. (https://sdemergencia.com/) 

De periodicidad semanal, en el nacimiento de esta publicación dedicada al quehacer cultural también han participado Sergio Raúl López y Juan José Flores Nava —ambos periodistas con una amplia trayectoria en el oficio cultural—, así como el escritor, filósofo y periodista Carlos Herrera de la Fuente.

martes, 21 de diciembre de 2021

Temporada de Otoño 1983, de la Sinfónica Nacional de México

 La programación de la Temporada de Conciertos del Otoño de 1983, de la ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL de MÉXICO, se caracterizó por la inclusión, en siete (7) de los ocho (8) programas, del ESTRENO MUNDIAL de una obra sinfónica de autoría mexicana compuesta por jóvenes después de 1950. Contando con la valiosa asesoría del eminente compositor mexicano MANUEL ENRÍQUEZ, se pudieron incluir obras de los (entonces) jóvenes compositores Arturo Márquez, Eduardo Soto Millán, Roberto Medina (qepd), Eugenio Delgado, Rodolfo Ramírez, Federico Álvarez del Toro y Daniel  Catán (qepd). 

El programa general de esa memorable temporada, se engalanó con la portada diseñada sobre la base de una bonita pintura de FEDERICO SILVA, que generosamente la proporcionó para tal propósito.













domingo, 12 de diciembre de 2021

Cuando fui Director Coral en Trenton, NJ, USA

 Una vez iniciados mis estudios en el prestigiado    WESTMINSTER CHOIR COLLEGE (Princeton, NJ, USA), en septiembre de 1970, entregué en la oficina de la Bolsa de Trabajo de ese colegio, mi incipiente curriculum vitae, informando de mi interés y disposición en participar como director de coro de alguna de las iglesias de la región. Para entonces, mis únicas experiencias en ese terreno eran las de haber organizado y dirigido un coro de niños en diciembre de 1965 ,para dar un concierto de navidad en mi iglesia de Cd. Victoria, Tam (México). La otra experiencia, la de haber sido fundador y director del coro de la Iglesia Presbiteriana "Horeb", en la Col. 20 de noviembre, de la Ciudad de México, de enero, 1967 a diciembre de 1969. En la primera experiencia, contaba yo 14 años de edad. en la segunda, 15.

A principios de enero de 1971, transcurridos apenas 3 meses de mi arribo a Princeton, me ofrecieron la dirección del Senior Choir (Coro de Adultos), de la Grace Baptist Church, de la cercana ciudad de Trenton, NJ, situada a las márgenes del Río Delaware, que la separa del estado de  Pennsylvania, a escasos 16 km de Princeton. (https://es.wikipedia.org/wiki/Trenton) 

La magnífica soprano Carole Peterson había fungido como directora (interina) en los cuatro meses anteriores. Para mi fortuna, ella continuó como integrante del coro, apoyando con su magnífica voz y con una excelente habilidad para solfear.

En el mismo mes de enero (contaba yo 19 años de edad) inicié los ensayos con "mi nuevo coro"; hice mi debut en esa posición en el Culto de Adoración del domingo 31 de enero, 1971. Cantamos el hermoso arreglo que hizo el compositor inglés Gordon Jacob (https://es.wikipedia.org/wiki/Gordon_Jacob), del popular himno conocido como "Brother James' Air", una sencilla y cautivadora melodía creada por el religioso y poeta inglés James Leith Macbeth Bain   (https://en.wikipedia.org/wiki/James_Leith_Macbeth_Bain), que se basa en el Salmo 23. Comparto aquí un video que contiene este hermoso arreglo:   https://www.youtube.com/watch?v=8Mab6VxmWVs 

El coro, que sin estar integrado por cantantes profesionales (salvo la soprano Peterson) en general podía solfear bastante bien, me permitió poner un repertorio coral que incluyó piezas de compositores estadunidenses contemporáneos, como David Pinkham y Ned Rorem, además del repertorio más común y tradicional de los coros de iglesia.

Ocupé esa posición poco más de año y medio; la dejé para concentrarme en los estudios de maestría, que empecé en el verano de 1972.

La soprano Carole Peterson era integrante de la Compañía de Ópera de Princeton; ella me introdujo a esa compañía, donde fui aceptado como barítono principal, lo que significó mi primera incursión en el mundo de la ópera.





             Sergio Cárdenas, ante la entrada principal del templo Grace Baptist Church, hacia junio de 1972,


jueves, 2 de diciembre de 2021

Publicación de ARTESANA MEXICANA en Facebook

 Miércoles 1 de diciembre de 2021

Una dicha dolorosa muy particular se suscita en la auténtica vivencia artística; un embargo poderosísimo que nos pone a los pies de su milagroso instante ¡Nos está asiendo! Y cuando ocurre, en verdad, no volvemos a ser los mismos. 

Tenemos el honor y la alegría de compartir con ustedes, exploradores del arte, la insigne obra del Mtro. Sergio Ismael Cárdenas Tamez y el ensamble musical Consortium Sonorus, que fundó y dirige ¡Compártanlo también!

Promoveremos sus presentaciones. 


¡Síguelos a través de sus redes!


(https://www.facebook.com/montsecastelra/)




sábado, 13 de noviembre de 2021

ALICIA CABALLERO GALINDO. escucha OIGO LATIR LA LUZ


Este hermoso, espontáneo poema de la autoría de la victorense ALICIA CABALLERO GALINDO, hace referencia a su escucha de mi ciclo de canciones sobre poemas de OCTAVIO PAZ, ciclo que se puede escuchar en

https://www.youtube.com/watch?v=C-3QvWVTxxQ 

Es la grabación en vivo del estreno mundial del ciclo, llevado a cabo el 28 de enero de 2000, en la Sala Simón Bolívar del Instituto Latinoamericano, de Berlín, Alemania.

Al año siguiente, el ciclo se presentó en Nürnberg, Alemania. Al respecto, el crítico Benjamín WRON escribió:


SERGIO CÁRDENAS: Oigo latir la luz, música para Barítono, Clarinete en Si-bemol, Viola y Contrabajo. Poemas de Octavio Paz.

 

Crítica del Concierto celebrado en Nürnberg, Alemania, el 28 de enero de 2001.

 

„La sorpresa de la velada, sin embargo, fue Cárdenas mismo: como compositor. El ciclo de poemas de Octavio Paz OIGO LATIR LA LUZ, musicalizado por Cárdenas, debe ser calificado, simple y sencillamente, como sensacional. Así, más o menos, debió haber resonado en los oídos de los amigos de Schubert su VIAJE DE INVIERNO (Winterreise): algo entrañable y también increíblemente lejano. Cada canción tuvo su carácter primigenio y muy propio, perfectamente delineada, sin intentar 'hacerse simpática'. Todo es insinuado (notas que caminan descriptivamente, recuerdos de un vals, un pequeño fugato, hasta aparece un bajo en estilo jazz-combo), para, de inmediato, disimularlo. Sobre esto, la voz baritonal de Mathias Vieweg, que sin esfuerzo flota hasta en los agudos registros del falsetto: apenas se imagina uno que la poesía se pueda convertir en sonido de una manera más consistente que la que aquí se reseña.“ (Benjamín Wron, el 30 de enero de 2001, en Nürnberger Nachrichten).



 

viernes, 29 de octubre de 2021

Alejandro ROSALES LUGO: Calavera para S. C.

Alejandro Rosales Lugo: poeta, escritor y pintor, originario de Cd. Victoria, Tam (México), donde nació en 1945, Más info en:
https://www.chicmagazine.com.mx/personajes/alejandro-rosales-la-trayectoria-de-una-gran-artista-tamaulipeco 


 

lunes, 18 de octubre de 2021

En 1970, con el CORO AZTECA.

 

En julio de 1970, como integrante del CORO AZTECA, convocado y dirigido por el Prof. ÓSCAR RODRÍGUEZ, emprendí una gira por diversas ciudades del Este de los USA, gira que culminó en Montreat, NC. De ahí, viajé con algunos de los miembros del coro a Chicago, desde donde, a principios de agosto, volé a New York City para tomar un curso de inglés (que fue un gran fiasco!) y, ya en septiembre de 1970, ingresar al WESTMINSTER CHOIR COLLEGE, de Princeton, NJ, donde fui titulado con el Master of Music (Choral Conducting), en mayo de 1973.


Renovado agradecimiento al Prof. Rodríguez  por haberme considerado para integrar ese magnífico ensamble coral.


Primera fila, de izq a  der:  Mirna Arjona (qepd), Araceli Sánchez, Óscar Rodríguez, Azucena Prado, Anita García (qepd)


Segunda fila:  Esther Bada, Charlotte Baird, Lidia ¿? y Silvia Hernández. Falta Teresa García (qepd)


Tercera fila:  Pedro Aquino (qepd), Hazael Sánchez, Arq. David Herrera (qepd),  ????  y Sergio Cárdenas.   Faltan en la foto: Salomón Cárdenas y Paul Baird.

Rapero de Mozart en la Universidad de Bonn, Alemania.

 https://ga.de/news/kultur-und-medien/regional/rapper-fuer-mozart-in-der-bonner-uni_aid-40127937 

En el periódico INDICADOR GENERAL, de Bonn, Alemania, del 2 de junio de 2006.

Rapero de Mozart en la Universidad de Bonn

Cantabonn se atreve a dar el salto del siglo XVII al XXI

por Sarah Brasack


Bonn. Multitudes frente al auditorio en el edificio principal de la universidad a las 8 p.m: entradas gratuitas para el concierto "Mozart una vez diferente" en el marco del Festival Cantabonn, que también es un evento para el Dies academicus, ya no fue posible después de dos días debido a la gran demanda.

Con el oratorio barroco "Historia di Jephte" de Giacomo Carissimi, hubo una tranquila introducción a la noche del concierto. Walter Mik dirigió la pieza moderadamente orquestada, en la que el violonchelo, el órgano, el clavicémbalo y el contrabajo parecían tan sutiles que los tres solistas vocales y el coro tuvieron mucho espacio.

Con la contrastante  composición "La flor es clave (Un rap para Mozart)" dio un salto del siglo XVII al XXI: la orquesta del Collegium musicum dio una interpretación cautivadora con dinamismo y habilidad dramatúrgica - el compositor mexicano Sergio Cárdenas, a pedido de Mik,  había reescrito especialmente su trabajo en una versión orquestal. La facción flautista con sus lentes de sol se refirió descaradamente a la mezcla que se escucha aquí: el canto "moderno" se encuentra con la instrumentación "clásica". El rapero Christoph Splittstößer aceptó el desafío de realizar la parte vocal: caminando por el pasillo hasta el escenario, comenzó con el texto tierno y lírico.

Interactuó con suspenso, con ataques repentinos del viento y arcos de violín que golpeaban amenazadoramente las cuerdas. "¡Aleluya! ¡Mozart!" Por último, pero no menos importante, hubo un estruendoso aplauso para el compositor mexicano que había asistido al concierto. Cárdenas, visiblemente satisfecho, le dio al conductor y comisionador de la obra, Walter Mik, un cálido abrazo.

Otro juego con clásico y moderno fue el último elemento del programa, la versión de big band del Requiem de Mozart: una empresa atrevida, pero, como debería mostrar, exitosa. A veces más, a veces menos cercana al original, pero muy imaginativa y divertida en términos de armonía y fraseo, la pieza, arreglada y dirigida por Oliver Pospiech, se convirtió merecidamente en el punto culminante del evento, sobre todo gracias a la interpretación transparente y virtuosa de la big band de la universidad.


Christoph Splittstoesser




Rapper für Mozart in der Bonner Uni

Cantabonn wagt den Sprung vom 17. ins 21. Jahrhundert

Von Sarah Brasack.

2. Juni. 2006


Bonn. Menschentrauben vor der Aula im Hauptgebäude der Universität um 20 Uhr. Eine Vorbestellung der kostenlosen Eintrittskarten für das Konzert "Mozart einmal anders" im Rahmen des Festivals Cantabonn, gleichzeitig eine Veranstaltung zum Dies academicus, war aufgrund der großen Nachfrage bereits nach zwei Tagen nicht mehr möglich gewesen.

Mit dem barocken Oratorium "Historia di Jephte" von Giacomo Carissimi fand ein ruhiger Einstieg in den Konzertabend statt. Walter Mik dirigierte das sparsame instrumentierte Stück, bei dem Cello, Orgel, Cembalo und Kontrabass so dezent wirkten, dass den drei Vokalsolisten und dem Chor viel Raum gelassen wurde.

Mit der kontrastreichen Komposition "The Flower is a key (A Rap for Mozart)" kam dann ein Sprung vom 17. ins 21. Jahrhundert: Dynamisch und mit dramaturgischem Geschick gab das Orchester des Collegium musicum eine fesselnde Interpretation zum Besten - der mexikanische Komponist Sergio Cárdenas hatte sein Werk auf Anfrage von Walter Mik eigens in eine orchestrale Fassung umgeschrieben.Die sonnenbebrillte Flötistenfraktion verwies frech auf die hier zu Gehör gebrachte Mixtur: "Moderner" Sprechgesang trifft "klassische" Instrumentierung. Rapper Christoph Splittstößer hatte die Herausforderung angenommen, den Vokalpart umzusetzen - im Mittelgang zur Bühne spazierend begann er mit dem zärtlichen, lyrischen Text. Spannungsvoll interagierte er mit abrupt einsetzenden Bläserattacken und drohend auf die Saiten klopfenden Geigenbögen. "Halleluja! Mozart!" Donnernden Applaus gab es nicht zuletzt auch für den mexikanischen Komponisten, der dem Konzert beigewohnt hatte. Cárdenas - sichtlich zufrieden - umarmte den Dirigenten und Auftraggeber Walter Mik innig.

Ein weiteres Spiel mit Klassik und Moderne war der letzte Programmpunkt, die Bigband-Fassung des Mozartschen Requiems - ein gewagtes, aber, wie sich zeigen sollte, erfolgreiches Unternehmen. Mal mehr, mal weniger nah am Original, aber höchst einfallsreich und witzig, was Harmonik und Phrasierung anbelangte, wurde das von Oliver Pospiech arrangierte und dirigierte Stück verdientermaßen zum Höhepunkt der Veranstaltung - nicht zuletzt auch durch die virtuose, transparente Interpretation der universitären Bigband.



martes, 21 de septiembre de 2021

Sobre el estreno mundial de "So I will Hope", en Alemania (1999).


 Orquesta Sinfónica: Sergio Cárdenas estrenó obra coral en Hof, Alemania

Después del final, un comienzo

por Michael THUMSER


Como si fuera un apéndice de la Pasión: tres veces a las partes más recónditas y ocultas de la vida humana, a los abismos y el miedo, la desilusión, la miseria y la muerte, la Orquesta Sinfónica de Hof tocó el viernes por la noche. Sin embargo, al final la confianza apareció como un poderoso rayo de esperanza, lo cual era de agradecer a Sergio Cárdenas: el mexicano, que estuvo al frente de la orquesta Hof durante cinco años a principios de los ochenta, estrenó mundialmente  su propia composición como director invitado: “Así pues, yo esperaré (So I will hope), se topó con la aprobación entusiasta de una audiencia conocedora.


HOF. - Cuando ocupó el cargo y el digno puesto en Hof, ayudó a la orquesta aspirante a encontrar una gran forma y un gran efecto. Desde que Sergio Cárdenas dejó la ciudad, ha aprendido a pensar una obra y su esencia. con más visión de futuro  En la “Sinfonía Inconclusa”,  de Franz Schubert,  logró crear una pieza modelo de música confesional ambigua, de una intensidad sin precedentes, justo al comienzo del programa. Cárdenas encontró sorprendentemente su propio tono al llevar los dos movimientos de la sinfonía,  sutilmente más lentos que lo habitual. Dejó que los músicos usaran el tiempo ganado para explorar las ricas partes de los piano,  extremadamente  sombreadas,  del poderoso espectro de sonido. Lo que se dejó crecer de esa base para formar forte, con  grandes y amplios incrementos de intensidad o con abruptas explosiones orquestales,  encontraron su contraparte en momentos lúgubres, en los que Cárdenas devolvió el sonido a lo apenas audible, casi silenciado. Así que la obra se deleitaba no solo con la belleza, sino también con la resignación: casi un réquiem.


Sufriendo de amor

En duros e ingeniosos contrastes, el abismo y el idilio rural dependían contradictoriamente el uno del otro: desde aquí un camino directo conducía a Gustav Mahler y sus primeras canciones, “Canciones de un joven viajero”,  que más tarde asumió el tema amor-dolor del posterior Franz Schubert en su "Jornada de Invierno”. En Hof,  Jochen Kupfer permitió que viéramos en la profundidad del corazón y del alma de un romanticismo tardío y sensible.  La ingenuidad subrayada de la letra, hizo que el joven barítono se acercara  armoniosamente con naturalidad. Por momentos, predominó el idilio natural, las elegantes alegrías del "mundo bello", pero luego el artista puede sentir cómo el "cuchillo resplandeciente" de la decepción desgarra el pecho del viajero; hasta que en la última canción, llena de tensión, mantuvo el equilibrio entre la muerte trágica y la esperanza onírica.


Es un largo camino para llegar allí, pero conduce a la meta; también en la “Música para barítono, coro y orquesta”, de Sergio Cárdenas, que en este estreno mundial fue contundente por su variedad de estados de ánimo y estilos, tanto en fuerza como en sutil peso.


Una Pasión: “So I Will Hope” pone sonidos  a las  "Lamentaciones" bíblicas  del profeta Jeremías, dibujando cuadros de desolación y desesperación. Como preludio, un sonido catastrófico se acumula en un filo, que inmediatamente estalla como una terrible herida, un final, pero no un principio, es lo que marca ese inicio de la obra. El ensamble vocal - el coro de concierto sinfónico, el coro Münchberger Bach y el coro de la escuela de música de Bad Königshofen, que los Sres. Hoffmann, Engel y Oestreicher ensayaron - lamenta la destrucción de Jerusalén en un lamento oscuro de la noche. Los cantantes encontraron su camino con una certeza impresionante


Lenguaje tonal colorido y polifacético de la composición, que exige muchas formas de expresión. Así que tuvieron que deslizarse temporalmente en el papel de los enemigos de Israel: jazz, swing, aplausos, silbidos y gritos que derramaron su agudo desprecio sobre el pueblo derrotado y deportado. Caminos y atajos: de tal "modernidad" la música se remonta a la antigüedad en una fuga generalizada; de la fricción disonante, la orquesta y el coro encuentran su camino hacia las armonías neorrománticas de belleza visual. El  barítono Jochen Kupfer, acompañado del arpa, busca el camino del conocimiento de sí mismo en un salmo, hacia la confianza en Dios. 


El cielo  abierto

La recompensa no falta. El brillo llena la parte final de la obra, con una manifestación  triunfal de la percusión y con los metales, que abren el cielo ; como en una tempestad limpiadora, los coros gritan su  "Así pues, yo esperaré". La claridad de un acorde mayor radiante tiene la última palabra, como si el compositor quisiera con él afirmar: La mitad de la noche es el comienzo del día.


Hofer Anzeiger/Frankenpost. 19 de abril de 1999.




En el vínculo


https://www.youtube.com/watch?v=8OnFErX47CI&t=535s 


se puede escuchar la grabación del estreno mundial aquí reseñado.