martes, 5 de enero de 2021

En el 90º cumpleaños de ALFRED BRENDEL

 https://es.wikipedia.org/wiki/Alfred_Brendel. 

El magnífico pianista Alfred BRENDEL se ha destacado, asimismo, como poeta. Descubrir esa faceta de él me causó gran alegría e incrementó mi admiración a su aportación musical. Comparto unos poemas de la autoría de este preclaro músico quien, también en su poesía, manifiesta su profundidad artística y "delicioso" sentido del humor.


El asesinato de Mozart

 

Cuando Mozart fue asesinado

nadie imaginó

ni siquiera Haydn

que había sido nadie menos que Beethoven

quien cometió tal abominable acto

 

Durante un día de campo

mientras Mozart

de jugar al burro

sobre el prado descansaba

se acercó Beethoven

disfrazado de Salieri

deslizándose sin ruido cual gato

y vertió veneno en el oído

del creador de la Pequeña Música Nocturna

 

Aquí hay que mencionar

que en la vida de Beethoven

había un secreto celosamente guardado:

Beethoven era NEGRO

Y Mozart LO SABÌA

Tras uno de los famosos conciertos

de Fortepiano de Beethoven

se oyó a Mozart decirle a media voz a Süssmayr

"Pa' ser negro no toca del todo mal"

 

Ahora estaba recostado

y el veneno fluía en sus venas

Riendo furibundamente en sus adentros

el joven malhechor abandonó el lugar

en posesión total de la tonalidad de do-menor

que a partir de esa hora

nadie se la discutiría jamás.

 

(De: Kleine Teufel, Pequeños Diablos, 1999)

 

Traducción desde el alemán original de

© Sergio Ismael Cárdenas Tamez,

Ansbach, 25 de febrero, 2005.


Repentinamente se volvió fácil

perderse

en el amor

Un día

uno se busca

y nada encuentra

de cualquier manera no ahí

donde uno supondría

es decir  en uno mismo

así, uno debe

haberse salido de sus casillas

pero no apresurado

sino ligero y contento

sometido a una nueva

y paradójica gravedad

que

gravitando en el espacio

atrae hacia sí

a los astronautas del sentimiento:

cabeza y corazón.



Traducción del alemán original de

(c) Sergio Ismael Cárdenas Tamez

Ansbach, 12 de agosto, 2004.

 

Brahms 


Cuando por la noche aparece el fantasma

y merodea alrededor del piano

entonces sabemos

que Brahms ha venido


Eso no sería malo

si el olor a puro

no dejara la sala de música apestosa por días


Peor aún es ciertamente

su manera de tocar el piano

Este barullo de acordes y octavas dobles

despierta hasta a los niños de su sueño profundo


“Otra vez Brahms”

se quejan

y se tapan los oídos

Malhumorado y humeante

se queda el piano

cuando Brahms se levanta


“Brahms”

dice varias veces

con lamentosa voz de tenor

antes que él se largue.


Traducción del alemán original de © Sergio Ismael Cárdenas Tamez,

Ansbach, el 11 de febrero de 2004. 



Los Tres Tenores

 

Cuando Christo empacó a los tres tenores

un silencio perverso cayó sobre el mundo civilizado.

Asentados en las agudas regiones del Falsetto,

un par de sonidos suplicantes, apenas audibles,

atravesaron la arpillera de los amantes de  la ópera

a los pies de la Scala, quienes los registraron

medio enojados y medio jubilosos

mientras, por la situación, quedó en misterio

el origen de un ensordecedor y solitario sonido agudo.

Sin embargo, se puede sospechar que ese agudo cantado

habría que agradecérselo al más corpulento

y ubicado en el centro de las tres celebridades,

cuyo perfil como de momia

repentinamente se tambaleó

mientras de manera simultánea

el enviado del país más libre del mundo

encontró duras palabras que expresaron la preocupación

de su gobierno por el perjuicio y amordazamiento

de tal afán comunicativo.

 

Como próxima meta de viaje

estaría la inminente empacada en plástico gris

de Robert Wilson y de Peter Sellars

a media altura de la Catedral de Colonia

para que todos los amantes de la ópera

los puedan ver.

 

(del libro: Kleine Teufel)

Traducción desde el alemán original de

© Sergio Ismael Cárdenas Tamez, 

México, D.F., el 2 de junio, 2005





 



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