domingo, 29 de marzo de 2020

In Memoriam Penderecki



In Memoriam KRZYSTZTOF PENDERECKI

En ocasiones anteriores he compartido, con agradecimiento, las magníficas oportunidades que me brindó el WESTMINSTER CHOIR COLLEGE (Princeton, NJ, USA), durante mi formación en ese maravilloso colegio, único en su clase en materia coral.
   De entre los muchos privilegios de que disfrutamos todos los estudiantes, destacaban las (siempre añoradas) participaciones corales con las orquestas más prestigiadas de la región: Filarmónica de New York, Orquesta de Filadelfia, America Symphony Orchestra, Orquesta de Pittsburgh, Sinfónica Nacional (Washington).
   Dos grandes retos, de proporciones mayúsculas para nosotros estudiantes y, por ello, de dimensiones estimulantes asimismo mayúsculas, fueron las presentaciones de la PASIÓN SEGÚN SAN LUCAS, del recientemente fallecido PENDERECKI, y el oratorio LA TRANSFIGURACIÓN , de Olivier MESSIAEN. Ambas obras se acreditan a la era de Antal DORATI como Director Artístico de la National Symphony, de Washington, D.C. La obra de Messiaen incluso fue grabada, en presencia de Messiaen y de su esposa Yvonne Loriod, contando con la colaboración de solistas de la talla de Janos Starker y otros.
   Esto último sucedió durante mi tercer y último año de estudio en Princeton, ya como estudiante de Maestría en Dirección Coral. El entonces director del Coro Sinfónico del colegio y maestro de la cátedra de dirección coral, Joseph Flummerfelt, me distinguió en dos ocasiones al pedirme que me hiciera cargo de ensayos de las dos obras, ambas de extrema complejidad y similares exigencias. De no haber sido por la alta calidad de los estudiantes de Westminster (excelente afinación, excelentes voces, excelente solfeo), hubiera sido imposible lograr los magníficos conciertos que pudimos ofrecer en el Kennedy Center con la National Symphony.
   Comparto aquí algunas fotos de la fabulosa experiencia con la Pasión según San Lucas, en especial de la partitura, para tener una idea de su enorme complejidad, para todos los ejecutantes. En el momento dramático correspondiente, Penderecki incluyó su célebre "Stabat Mater".
   En aquel año de 1973, no imaginaba yo que apenas ocho (8) años después, en la hermosa ciudad de Cracovia, Polonia, me reencontraría con el espléndido barítono Andrzej HIOLSKI, como solista del concierto del coro y la orquesta de la Radio de Cracovia, en el que tuve el privilegio de conducir "Un Requiem Alemán", de J. Brahms. 










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