El Acervo Manuel M. Ponce, resguardado e investigado en la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ciudad de México), ha quedado inscrito en el Registro Memoria del Mundo de México, de la UNESCO,como lo certifica el reconocimiento que se entregó a la ENM-UNAM el 16 de junio del 2010.
El 10 de octubre del 2009, petición del pianista PAOLO MELLO, Coordinador del Acervo Ponce en la ENM-UNAM, escribí a la Dra. Rosa María Fernández de Zamora una carta de apoyo que reproduzco aquí y que por sí misma se explica.
Celebro que el proceso haya llegado a tan feliz resolución, que reconoce la dimensión del legado ponciano a la música universal desde México.
Dra. Rosa María Fernández de Zamora
Presidenta del COMITÉ MEXICANO MEMORIA DEL MUNDO
UNAM-CUIB
Torre II de Humanidades Piso 1
Ciudad Universitaria, Coyoacán
México, D. F. 04510
Con mi mayor aprecio:
Por este conducto me permito manifestar mi apoyo total a la propuesta presentada por el Mtro. FRANCISCO VIESCA TREVIÑO, Director de la Escuela Nacional de Música (ENM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), propuesta que tiene como finalidad el que el acervo musical integrado por manuscritos y primeras ediciones de obras del compositor mexicano MANUEL MARÍA PONCE, quede inscrito en el Registro Memoria del Mundo de México, de la UNESCO.
El acervo referido se encuentra en resguardo en el Fondo Reservado de la Biblioteca Cuicamatini de la ENM-UNAM. Se trata de una muy valiosa colección que ha venido sirviendo para documentar el Proyecto Editorial Manuel M. Ponce, de la propia ENM-UNAM, pero, de igual manera, para fomentar la difusión y vigencia de este gran legado musical a través de la investigación. Es, en mi convicción, un patrimonio documental de la humanidad.
La figura y el legado de PONCE se yerguen en el panorama musical de México y el mundo gracias al innegable talento y, en especial, gracias al genuino espíritu mexicano universal que su obra transmite. Artistas internacionales de la talla de Enrico Caruso y/o Henrik Szeryng han sido colportores entusiastas de la música íntima y contundente, delicada e impetuosa, elegante y telúrica, local y universal de este gran compositor, padre del llamado nacionalismo musical mexicano.
Mi experiencia musical en foros musicales de América, Asia y Europa, me ha corroborado, una y otra vez, el poderío seductor de la obra ponciana, obra que comunica de manera enjundiosa el aliento universal de la música mexicana tendiendo, por ende, puentes comunicantes con las manifestaciones musicales de otros lares. Además, la creación ponciana, desde una perspectiva que bien pudiera denominarse sociológico-musical, es un resumen espiritual sonoro del devenir mexicano durante las primeras cinco décadas del Siglo XX, recogiendo en su obra lo esencial de cada etapa histórico-cultural de la que fue testigo y participante.
Apreciable Dra. Fernández de Zamora: Hago votos porque ese Comité a su digno cargo llegue a la feliz y acertada conclusión de incluir el Acervo Musical Manuel M. Ponce, que se encuentra resguardado en la Biblioteca Cuicamatini de nuestra Escuela Nacional de Mñusica-UNAM, en el Registro Memoria del Mundo, de la UNESCO.
Atentamente
"Por mi raza hablará el espíritu"
Ciudad de México; el 10 de octubre del 2009.
SERGIO CÁRDENAS
Profesor Titular de Carrera, Director de la
Orquesta Sinfónica de la ENM-UNAM, acreditado como
Profesor de Maestría y Doctorado, y Tutor de Tesis de
Maestría en la ESCUELA NACIONAL DE MÚSICA-UNAM.
www.sergiocardenas.net
ccp.- Mtro. Francisco Viesca, Director de la ENM-UNAM
- Prof. Paolo Mello Grand, Coordinador del Proyecto Editorial Manuel M. Ponce,
de la ENM-UNAM.
miércoles, 30 de junio de 2010
martes, 29 de junio de 2010
RODOLFO TORRE CANTÚ, Q.E.P.D.
No puedo estar más consternado y molesto por este crimen cobarde, injustificado en todos los sentidos, crimen que refleja el grado de descomposición que se le está imponiendo a la sociedad mexicana, tan necesitada como está de la paz social para poder aspirar a la plenitud de su desarrollo. Provoca en mí enojo profundo que una persona de nobles propósitos y de intachable desempeño público y privado, como lo fue el Dr. Rodolfo Torre Cantú, quien ha llevado siempre como bandera los más altos valores de la humanidad, sea víctima de esta acción que le apuesta a la destrucción, a la violencia, a la confrontación en el seno de la sociedad. Mi más sentido pésame a la familia del Dr. Rodolfo Torre Cantú, a las familias de quienes perdieron la vida con él, a todos los tamaulipecos que mucho perdemos con este condenable hecho.
En Tamaulipas y en México estamos hartos de este clima de inseguridad y queremos que México todo retorne al camino de la paz social, del respeto a la vida humana, del desarrollo social constructivo, productivo, generoso.
jueves, 24 de junio de 2010
CARLOS MONSIVÁIS: Revalorando lo entrañable
Texto escrito por CARLOS MONSIVÁIS para el librito que acompaña el disco compacto ALMA MEXICANA, de la Filarmónica de Querétaro dirigida por su fundador, Sergio Cárdenas. Con el número de catálogo FQ-4, el disco compacto reproduce la grabación en vivo de los conciertos ofrecidos por la filarmónica queretana y Cárdenas en septiembre de 1995.
CARLOS MONSIVÁIS
Revaluando lo entrañable
Si en un campo ha dominado la división tajante entre lo culto y lo popular, ha sido en el de la música.. Con variedad de razones se ha subrayado la superioridad de la música culta, para ya no hablar de la clásica, sobre aquello que emerge de la inspiración indocumentada (sinónimo de “la falta de los alcances”, o del “acomodo con los gustos del vulgo”). Sin embargo, desde hace tiempo al enfrentamiento inexorable le ponen sitio las críticas y las excepciones indiscutibles. En el caso mexicano, por ejemplo, la obra de Silvestre Revueltas y, en parte, la de José Pablo Moncayo y Blas Galindo, son populares en el mejor de los sentidos y es fácil vaticinar que no otro será el destino parcial de las obras de Carlos Chávez, Candelario Huízar y Manuel M. Ponce (más allá de “Estrellita”).
En ALMA MEXICANA, la Filarmónica de Querétaro y su director, Sergio Cárdenas, se oponen al fatalismo de las exclusiones e incorporan una muestra valiosa de lo popular, con diversos arreglos del maestro Esperón, compositor de enorme presencia en el cine que, además de su propio desempeño creativo es, desde hace más de medio siglo, un organizador del canon popular.
Son excelentes las versiones esperonianas de las melodías tradicionales de Jalisco (“La culebra” y “La Negra”), de las obras maestras de la trova yucateca (“Peregrina”, de Ricardo Palmerín, y “Caminante del Mayab”, de Guty Cárdenas), de clásicos del romanticismo porfiriano (entre ellos el “¡Adiós!”, de Carrasco) y de una muestra de Pepe Guízar. Y del propio Esperón se incluye un popurrí y su “Amorcito, corazón”, sin duda el bolero mítico por excelencia en el repertorio nacional.
Con este disco, la Filarmónica de Querétaro cumple con su deber evidente: darle a los oyentes la oportunidad de revaluar lo que siempre han oído de manera entrañable; de ver su tradición sentimental convertida en repertorio artístico. A través del homenaje a lo popular, y a uno de sus grandes creadores, Manuel Esperón, la Filarmónica de Querétaro nos reitera lo obvio: si esa música le ha servido tanto a una comunidad, es porque, a principio y a final de cuentas, esa música vale muchísimo la pena.
Ciudad de México; octubre de 1995.
Etiquetas:
Alma Mexicana,
Carlos Monsiváis,
Filarmónica de Querétaro
miércoles, 23 de junio de 2010
Sobre la publicación de UNA DIMENSIÓN NO LINEAL
http://impreso.elfinanciero.com.mx/pages/Ejemplar.aspx?IdNota=287568
"Muchos compositores rebeldes confunden ruido con sonido"
texto y foto: Juan José Flores Nava
Martes, 22 de junio de 2010
De Sergio Cárdenas, el nuevo libro de EL FINANCIERO.
Nuestro transcurrir en la vida -entre el nacer y el morir- se da en una dimensión no lineal. El tiempo de diario no es sólo el del reloj, sino buscamos ante todo estar en la plenitud de uno mismo y de las cosas. Algo similar sucede cuando vivenciamos la música, dice Sergio Cárdenas en el libro 34 de los Cuadernos de EL FINANCIERO.
Intitulado, precisamente, Una dimensión no lineal, el volumen -que es posible adquirir ya- muestra reflexiones y experiencias desde y en torno al fenómeno de la música. En el texto vemos a un Sergio Cárdenas -maestro, director de orquesta, compositor, traductor- que se mueve hábilmente por el ensayo. Regalándose incluso un momento para argumentar sobre la importancia de la Biblia y su lectura ("como dijo Borges: 'Un libro que ha sido inspirado por el Espíritu Santo no puede traernos nada negativo' ").
Aun así, nada hay por arriba de la música para Sergio Cárdenas. La música, escribe, es la manifestación cumbre de la humanidad, cuyo elemento esencial es el sonido. Y aclara: "Referirse al sonido en música no es sinónimo de referirse a cualquier fenómeno audible. El sonido en música es un fenómeno acústico (audible) que se genera cuando una masa es puesta en movimiento, vibra de manera regular y en el proceso (camino) de regreso a su estado original de inmovilidad, su movimiento vibratorio se va subdividiendo de manera proporcional (cada vez más pequeño), generando con ello epifenómenos o sonidos parciales (armónicos) que constituyen una 'familia' del fenómeno acústico inicial, conocido como 'fundamental'."
El ruido, por el contrario, es generado, apunta Cárdenas, cuando un cuerpo vibra de manera irregular, hecho que no le permite tener una altura determinada: "Es decir, reconocer si es do, re o mi, por ejemplo." De esta manera, el sonido es ese acontecimiento que crea la posibilidad de volverse otro sin dejar de ser lo que se es: "Un sonido vuelve sensible lo insensible y permite devenir si también devenimos en él." Dicho de otra manera: al ser la música "tiempo sustraído del tiempo", vivenciar una obra musical significa sobre todo "que uno mismo es parte integrante de esa unidad que nos envuelve y nos ocupa y que, por lo tanto, nos ha colocado en la trascendencia misma, que es el fin último de la experiencia artística".
Y todo esto, que parece difícil de entender, se hace diáfano aquí y ahora, la mañana en la que conversamos con Sergio Cárdenas en la parte exterior de un café que da a una avenida de la Ciudad de México en la que el ajetreo de clientes, autos y transeúntes es incesante. Con cada claxonazo, grito, rugido de motor o teléfono celular que suena el maestro da un brinco o aprieta los ojos o se lleva el dedo índice al oído. El estruendo. Los estrépitos. Los estallidos (hay alguien incluso que emplea un potente silbato para llamar la atención). El ruido de aquí y de allá nos envuelve. No es el sonido. Es el ruido. (Hay una deformación, escribe Cárdenas, que ha hecho "entender" cualquier fenómeno audible como "sonido".)
Porque incluso, para él, Sergio Cárdenas, "lo que producen los teclados electrónicos, los sintetizadores, las computadoras, las guitarras eléctricas y todos los aparatos o instrumentos similares no son sonidos, pues por su construcción no generan armónicos y, por lo tanto, sólo producen notas o símbolos audibles de sonidos". Más radical aún: "Después del metrónomo y del dodecafonismo -afirma-, los aparatos electrónicos que nos venden como instrumentos musicales constituyen el tercer gran desastre que se ha inventado en detrimento del devenir humano." En entrevista, Sergio Cárdenas ejemplifica:
-Muchos jóvenes compositores que se dicen novedosos y rebeldes lo primero que ignoran es que el fenómeno esencial de la música es el sonido. Y confunden entonces ruido (como el que hago al golpear mi taza de café contra la mesa) con sonido. Si eso no está claro, ya no hay manera de ir a ningún lado.
-La música, según entiendo, es ese sonido que el oído humano puede clasificar.
-En mucha de la llamada música moderna o contemporánea (entre nosotros empezó el desastre con Julián Carrillo y su microtonalismo) llega el momento en que se empalma la información del fenómeno audible de manera tal que se nulifica y el oído no puede clasificarla. Es decir, en términos de sonido no puede saberse si es un do, un re, un mi, etcétera. Eso genera un estado psicológico que lleva a la esquizofrenia. Porque el ser humano, su oído, rechaza las vibraciones irregulares. Eso no lo podemos cambiar. Así nos protegemos para no enloquecer. Entiendo entonces cuando mucha gente al escuchar música contemporánea dice: "¡Dios, pero qué cosa tan fea!" Y mira que lo digo yo mismo que soy compositor de música contemporánea. Porque en efecto hay obras, como las de Carlos Chávez, escritas contra la música.
-¿No hay acaso obras del mismísimo Bach llenas de disonancias?
-Sí. Pero son disonancias justificadas por la manera en que ese fenómeno sonoro en su particularidad se va desarrollando. Es decir, configura su propia dialéctica interior, que es la esencia de la composición musical. La dialéctica del sonido establece, en sí misma, las reglas del juego. No es uno como compositor el que las impone.
-En el libro, usted pide vivenciar una obra musical en su propio tempo. ¿Qué significa?
-Esto tiene que ver con la deshumanización de la sociedad contemporánea. En específico, hablo de las grabaciones. Pareciera que me contradigo porque yo mismo he hecho muchísimas grabaciones. Pero hay una diferencia entre entender, asumir y escuchar una grabación como simple documento a creer que es el fenómeno musical en sí. Porque una grabación no traslada el espacio acústico (o sala de concierto) donde se generó a cualesquiera de los lugares en donde se escucha (la sala de mi casa, por ejemplo). Es decir, una grabación no es la vida musical. Si lo fuera, entonces cualquier película pornográfica sería sustituto de una experiencia sexual. La música no existe en ningún otro lado fuera del lugar en que se da como expresión humana. Cuando deja de sonar, no existe más.
http://impreso.elfinanciero.com.mx/pages/Ejemplar.aspx?IdNota=287569
METRÓNOMO
(JJFN)
Martes, 22 de junio de 2010
* Y amor.
Para Sergio Cárdenas es en serio: el fenómeno de la música sólo existe cuando es en
vivo y con instrumentos acústicos que producen sonidos. Confiesa que no escucha
grabaciones. Ni radio. Usted o yo, lector, escuchamos "música" en la radio, en el
reproductor de CD, en el iPod, en la grabadora, en el DVD. En fin: en distintos
soportes y de distintas maneras. O al menos eso creíamos.
Cuenta Sergio Cárdenas que alguna vez su madre, doña Olga Tamez González,
lo visitó en Guanajuato, cuando el maestro estaba al frente de la Orquesta Filarmónica
del Bajío. En ese tiempo vivía en una casa ubicada en las faldas de un cerro, lejos del
ruido y el ajetreo de la ciudad. Ninguna estridencia perturbaba la calma. Pero fue
precisamente esa calma, ese silencio lo que al poco tiempo desesperó a doña Olga.
"Sergio -le dijo-, ¿esto es un cementerio o qué? Pon algo. Lo que sea. Un disco, la radio... Por favor. Ya no aguanto este silencio. ¡Cómo puedes vivir así!" Y es que Sergio Cárdenas, cuando quiere escuchar música, simplemente lee algunas partituras o las toca directamente en el piano. Todo lo demás son conciertos.
En los diez textos que conforman Una dimensión no lineal es posible hallar algunas
claves para entender varios de los credos que rigen la vida musical y estética de este
compositor y maestro de la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Asimismo se
encuentran algunas de sus más gratas, pero también algunas de las más desagradables
experiencias como director de orquesta y promotor cultural. Sin faltar esas cosas que
le molestan. Cual más, por ejemplo, la mala instrucción que suelen recibir en escuelas y conservatorios de música los estudiantes.
Para Sergio Cárdenas, algunos de los principales defectos en la formación de los jóvenes son el no entender el fenómeno del sonido, la imposición del metrónomo como un
elemento para quitarle al ser humano cualquier capacidad de sentido del ritmo ("reto
a hacer el amor todo el tiempo siguiendo un metrónomo") y la dependencia excesiva de
lo virtual ("grabaciones, teclados electrónicos, videos").
-Al final -dice- los estudiantes ya no se aprenden una obra desde la partitura, sino desde una grabación con todo los aciertos y errores que ésta pueda tener. Así que a la hora de presentar el resultado en vivo no pueden cambiar nada porque son simples merolicos. Y luego se sorprenden porque no cautivan al auditorio. ¿Cómo lo van a hacer si no tienen nada de sí mismos, si están siempre repitiendo lo que otros ya hicieron?
Una dimensión no lineal, de Sergio Cárdenas, puede ser adquirido desde ahora a un costo de 50 pesos, llamando a los teléfonos 5227-7651, si vive en la ciudad de México; o 01800-2015788 y 01800-0156200, si radica en cualquier estado de la República Mexicana.
"Muchos compositores rebeldes confunden ruido con sonido"
texto y foto: Juan José Flores Nava
Martes, 22 de junio de 2010
De Sergio Cárdenas, el nuevo libro de EL FINANCIERO.
Nuestro transcurrir en la vida -entre el nacer y el morir- se da en una dimensión no lineal. El tiempo de diario no es sólo el del reloj, sino buscamos ante todo estar en la plenitud de uno mismo y de las cosas. Algo similar sucede cuando vivenciamos la música, dice Sergio Cárdenas en el libro 34 de los Cuadernos de EL FINANCIERO.
Intitulado, precisamente, Una dimensión no lineal, el volumen -que es posible adquirir ya- muestra reflexiones y experiencias desde y en torno al fenómeno de la música. En el texto vemos a un Sergio Cárdenas -maestro, director de orquesta, compositor, traductor- que se mueve hábilmente por el ensayo. Regalándose incluso un momento para argumentar sobre la importancia de la Biblia y su lectura ("como dijo Borges: 'Un libro que ha sido inspirado por el Espíritu Santo no puede traernos nada negativo' ").
Aun así, nada hay por arriba de la música para Sergio Cárdenas. La música, escribe, es la manifestación cumbre de la humanidad, cuyo elemento esencial es el sonido. Y aclara: "Referirse al sonido en música no es sinónimo de referirse a cualquier fenómeno audible. El sonido en música es un fenómeno acústico (audible) que se genera cuando una masa es puesta en movimiento, vibra de manera regular y en el proceso (camino) de regreso a su estado original de inmovilidad, su movimiento vibratorio se va subdividiendo de manera proporcional (cada vez más pequeño), generando con ello epifenómenos o sonidos parciales (armónicos) que constituyen una 'familia' del fenómeno acústico inicial, conocido como 'fundamental'."
El ruido, por el contrario, es generado, apunta Cárdenas, cuando un cuerpo vibra de manera irregular, hecho que no le permite tener una altura determinada: "Es decir, reconocer si es do, re o mi, por ejemplo." De esta manera, el sonido es ese acontecimiento que crea la posibilidad de volverse otro sin dejar de ser lo que se es: "Un sonido vuelve sensible lo insensible y permite devenir si también devenimos en él." Dicho de otra manera: al ser la música "tiempo sustraído del tiempo", vivenciar una obra musical significa sobre todo "que uno mismo es parte integrante de esa unidad que nos envuelve y nos ocupa y que, por lo tanto, nos ha colocado en la trascendencia misma, que es el fin último de la experiencia artística".
Y todo esto, que parece difícil de entender, se hace diáfano aquí y ahora, la mañana en la que conversamos con Sergio Cárdenas en la parte exterior de un café que da a una avenida de la Ciudad de México en la que el ajetreo de clientes, autos y transeúntes es incesante. Con cada claxonazo, grito, rugido de motor o teléfono celular que suena el maestro da un brinco o aprieta los ojos o se lleva el dedo índice al oído. El estruendo. Los estrépitos. Los estallidos (hay alguien incluso que emplea un potente silbato para llamar la atención). El ruido de aquí y de allá nos envuelve. No es el sonido. Es el ruido. (Hay una deformación, escribe Cárdenas, que ha hecho "entender" cualquier fenómeno audible como "sonido".)
Porque incluso, para él, Sergio Cárdenas, "lo que producen los teclados electrónicos, los sintetizadores, las computadoras, las guitarras eléctricas y todos los aparatos o instrumentos similares no son sonidos, pues por su construcción no generan armónicos y, por lo tanto, sólo producen notas o símbolos audibles de sonidos". Más radical aún: "Después del metrónomo y del dodecafonismo -afirma-, los aparatos electrónicos que nos venden como instrumentos musicales constituyen el tercer gran desastre que se ha inventado en detrimento del devenir humano." En entrevista, Sergio Cárdenas ejemplifica:
-Muchos jóvenes compositores que se dicen novedosos y rebeldes lo primero que ignoran es que el fenómeno esencial de la música es el sonido. Y confunden entonces ruido (como el que hago al golpear mi taza de café contra la mesa) con sonido. Si eso no está claro, ya no hay manera de ir a ningún lado.
-La música, según entiendo, es ese sonido que el oído humano puede clasificar.
-En mucha de la llamada música moderna o contemporánea (entre nosotros empezó el desastre con Julián Carrillo y su microtonalismo) llega el momento en que se empalma la información del fenómeno audible de manera tal que se nulifica y el oído no puede clasificarla. Es decir, en términos de sonido no puede saberse si es un do, un re, un mi, etcétera. Eso genera un estado psicológico que lleva a la esquizofrenia. Porque el ser humano, su oído, rechaza las vibraciones irregulares. Eso no lo podemos cambiar. Así nos protegemos para no enloquecer. Entiendo entonces cuando mucha gente al escuchar música contemporánea dice: "¡Dios, pero qué cosa tan fea!" Y mira que lo digo yo mismo que soy compositor de música contemporánea. Porque en efecto hay obras, como las de Carlos Chávez, escritas contra la música.
-¿No hay acaso obras del mismísimo Bach llenas de disonancias?
-Sí. Pero son disonancias justificadas por la manera en que ese fenómeno sonoro en su particularidad se va desarrollando. Es decir, configura su propia dialéctica interior, que es la esencia de la composición musical. La dialéctica del sonido establece, en sí misma, las reglas del juego. No es uno como compositor el que las impone.
-En el libro, usted pide vivenciar una obra musical en su propio tempo. ¿Qué significa?
-Esto tiene que ver con la deshumanización de la sociedad contemporánea. En específico, hablo de las grabaciones. Pareciera que me contradigo porque yo mismo he hecho muchísimas grabaciones. Pero hay una diferencia entre entender, asumir y escuchar una grabación como simple documento a creer que es el fenómeno musical en sí. Porque una grabación no traslada el espacio acústico (o sala de concierto) donde se generó a cualesquiera de los lugares en donde se escucha (la sala de mi casa, por ejemplo). Es decir, una grabación no es la vida musical. Si lo fuera, entonces cualquier película pornográfica sería sustituto de una experiencia sexual. La música no existe en ningún otro lado fuera del lugar en que se da como expresión humana. Cuando deja de sonar, no existe más.
http://impreso.elfinanciero.com.mx/pages/Ejemplar.aspx?IdNota=287569
METRÓNOMO
(JJFN)
Martes, 22 de junio de 2010
* Y amor.
Para Sergio Cárdenas es en serio: el fenómeno de la música sólo existe cuando es en
vivo y con instrumentos acústicos que producen sonidos. Confiesa que no escucha
grabaciones. Ni radio. Usted o yo, lector, escuchamos "música" en la radio, en el
reproductor de CD, en el iPod, en la grabadora, en el DVD. En fin: en distintos
soportes y de distintas maneras. O al menos eso creíamos.
Cuenta Sergio Cárdenas que alguna vez su madre, doña Olga Tamez González,
lo visitó en Guanajuato, cuando el maestro estaba al frente de la Orquesta Filarmónica
del Bajío. En ese tiempo vivía en una casa ubicada en las faldas de un cerro, lejos del
ruido y el ajetreo de la ciudad. Ninguna estridencia perturbaba la calma. Pero fue
precisamente esa calma, ese silencio lo que al poco tiempo desesperó a doña Olga.
"Sergio -le dijo-, ¿esto es un cementerio o qué? Pon algo. Lo que sea. Un disco, la radio... Por favor. Ya no aguanto este silencio. ¡Cómo puedes vivir así!" Y es que Sergio Cárdenas, cuando quiere escuchar música, simplemente lee algunas partituras o las toca directamente en el piano. Todo lo demás son conciertos.
En los diez textos que conforman Una dimensión no lineal es posible hallar algunas
claves para entender varios de los credos que rigen la vida musical y estética de este
compositor y maestro de la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Asimismo se
encuentran algunas de sus más gratas, pero también algunas de las más desagradables
experiencias como director de orquesta y promotor cultural. Sin faltar esas cosas que
le molestan. Cual más, por ejemplo, la mala instrucción que suelen recibir en escuelas y conservatorios de música los estudiantes.
Para Sergio Cárdenas, algunos de los principales defectos en la formación de los jóvenes son el no entender el fenómeno del sonido, la imposición del metrónomo como un
elemento para quitarle al ser humano cualquier capacidad de sentido del ritmo ("reto
a hacer el amor todo el tiempo siguiendo un metrónomo") y la dependencia excesiva de
lo virtual ("grabaciones, teclados electrónicos, videos").
-Al final -dice- los estudiantes ya no se aprenden una obra desde la partitura, sino desde una grabación con todo los aciertos y errores que ésta pueda tener. Así que a la hora de presentar el resultado en vivo no pueden cambiar nada porque son simples merolicos. Y luego se sorprenden porque no cautivan al auditorio. ¿Cómo lo van a hacer si no tienen nada de sí mismos, si están siempre repitiendo lo que otros ya hicieron?
Una dimensión no lineal, de Sergio Cárdenas, puede ser adquirido desde ahora a un costo de 50 pesos, llamando a los teléfonos 5227-7651, si vive en la ciudad de México; o 01800-2015788 y 01800-0156200, si radica en cualquier estado de la República Mexicana.
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El Financiero,
Una dimensión no lineal
sábado, 19 de junio de 2010
"Una dimensión no lineal", nuevo libro.
http://www.elfinanciero.com.mx/ElFinanciero/Portal/cfpages/contentmgr.cfm?docId=268915&docTipo=1&orderby=docid&sortby=ASC
Publica Sergio Cárdenas nuevo libro de ensayos sobre la música
Cultura - Viernes 18 de junio, 2010. (18:40 hrs.)
La obra "Una dimensión no lineal" saldrá a la venta el próximo lunes
El Financiero en línea
México, 18 de junio.- Ensayos sobre diversos aspectos del fenómeno musical, entre los que destacan aquellos que abordan la quintaesencia de ese fenómeno, como el sonido, son presentados por el director sinfónico, Sergio Cárdenas, en su libro “Una dimensión no lineal”, que saldrá a la venta el próximo lunes.
El también compositor ofrece en esta entrega 10 ensayos donde se refiere a la apertura auditiva como el principal elemento constituyente de la vivencia musical, que como él mismo señala, es más que sólo belleza sonora.
El conocido director, quien es el único mexicano que ha merecido ser director titular de organismos sinfónicos de Alemania, Austria, Egipto y México, rinde en este libro un homenaje al corpus de la música sinfónica mexicana, al que describe como árbol frondoso.
Asimismo, hace patente su reconocimiento al barítono mexicano Roberto Bañuelas, quien fue motivo de inspiración en su juventud y con quien, lustros después, compartió presencia en distintos escenarios mexicanos.
“Una dimensión no lineal”, aborda temas como “Escuchar la música sin prejuicios, con apertura auditiva”, “El peso de una sombra”, “Cual aliento dentro del soplo divino”, “Más que sólo belleza sonora” y “El árbol frondoso de la música mexicana de concierto”.
Asimismo, incluye temas como “El libro que faltó en la lista de la SEP”; “Discurso ante el H. Congreso del Estado de Tamaulipas” y “Filarmónica de Querétaro. Metamorfosis de una orquesta”.
Actualmente Sergio Cárdenas es profesor Titular de Carrera en la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México; director Artístico de SURCO, Jornadas Nacionales Candelario Huízar de la Música Mexicana de Concierto, y presidente de Música de Concierto de México, S.C.
El derecho constitucional de los mexicanos a la cultura es uno de los planteamientos medulares que Cárdenas ha hecho a la LIX Legislatura del Congreso del Estado de Tamaulipas desde 2007, tras recibir del gobierno de ese estado la Medalla “Luis G. de Arellano”.
Una contribución a documentar la historia reciente de la actividad sinfo-filarmónica de México es el artículo sobre la hoy Filarmónica de Querétaro, fundada por Cárdenas como Filarmónica del Bajío en 1986, bajo los auspicios del programa Nuevas Orquestas, de la Secretaría de Educación Pública, y de los gobiernos estatales de Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato. (Con información de Notimex/JJJ)
domingo, 13 de junio de 2010
viernes, 11 de junio de 2010
HUAPANGOS, en Asia, con LOS 12 VIOLONCHELISTAS DE LA FILARMÓNICA DE BERLÍN.
El 1 de junio del 2010, recibí un correo electrónico del Mtro. LUDWIG QUANDT, violonchelista principal de la Filarmónica de Berlín, correo en el que me informa que mi pieza HUAPANGOS, para 12 violonchelos solos, que compuse por encargo de LOS 12 VIOLONCHELISTAS DE LA FILARMÓNICA DE BERLÍN y que ellos mismos estrenaron en la Sala de Conciertos de esa legendaria orquesta el 4 de marzo del 2009, en Berlín (Alemania), formará parte de todos los programas de la gira asiática que ese maravilloso ensamble llevará a cabo el próximo mes de julio según el calendario anotado abajo.
El vínculo del videoclip que reseña el estreno mundial de HUAPANGOS es
http://www.youtube.com/watch?v=cnQWClhNPvM
El itinerario y calendario de la gira es:
01.07.2010ThursdaySeoul; Corea
02.07.2010FridaySeoul; Corea
03.07.2010SaturdayNagoya; Japón
04.07.2010SundayTokyo, Suntory Hall; Japón
06.07.2010TuesdaySanta/Kobe; Japón
07.07.2010WednesdayYamaguchi; Japón
08.07.2010ThursdayTaiwán (ROC)
09.07.2010FridayTaipeh; Taiwán (ROC)
10.07.2010SaturdayHanoi; Vietnam
11.07.2010SundaySaigon/Ho-Chi-Minh-City; Vietnam
(http://www.die12cellisten.de/e/index.html?concerts)
El PROGRAMA de la gira es:
柏林12把大提琴亞洲巡迴曲目 Programa
„Angels“
J. S. Bach(1685-1750)巴赫 : Contrapunctus 1
Contrapunctus 9
aus der "Kunst der Fuge" de el "arte de la fuga"
Peteris Vasks(1946-): Canto di forza (canción de fuerza)
Astor Piazzolla 皮亞佐拉(1921-1992):
Milonga del Angel
Muerte del Angel
La Resurreccion del Angel
---------------- Intermission Intermedio---------------
„Fleur de Paris“
Henri Bourtayre(1915-2009): Fleur de Paris Flor de París
Vincent Scotto(1876-1952): Sous les ponts de Paris Bajo los puentes de París
Gabriel Fauré 佛瑞(1845-1924): Pavane Pavana
Hubert Giraud(1920-): Sous le ciel de Paris Bajo el cielo de París
Michel Legrand(1932-): The summer knows El verano sabe
Une femme est une femme Una mujer es una mujer
Sergio Cárdenas(1951-): Huapangos
Jorge Ben(1942-): Más que nada Más que nada
Burt Bacharach(1928-): South American getaway La escapada Sudamericana.
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