David Jiménez, al terminar su exposición del Concierto para Clarinete y
orquesta del compositor mexicano Armando Lavalle.
SERGIO CÁRDENAS
CREDO
La música es tiempo sustraído del tiempo.
Su morada es el espacio.
Su lenguaje la vibración.
Su sonido memoria de terrenalidad.
Su canto mirada que atrapa.
Su voz silencio que acalla.
Su ser la plenitud.
La música es un misterio.
En algún momento,
por un momento,
ese misterio nos es revelado.
Es una revelación
cuya fugacidad perturba,
cuya plenitud envuelve y nos posee.
Es un acontecer que cuestiona y desnuda,
que remite a Dios.
La música es Dios.
¿Habrá quién resista su presencia?
...descanse en paz.... tuve el gusto de tocar con el Maestro David Jiménez las dos sonatas de Brahms! Desde el primer encuentro con él hubo empatía musical al grado de ensayar sólo en dos ocasiones. En el primero de los recitales programados con estas obras estuvo presente el maestro Henrik Schering quien a "pesar suyo" -él prefería la versión de viola- quedó maravillado por la calidad interpretativa de ambos y muy gratamente sorprendido por la ejecución de nuestro clarinetista mexicano.
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