lunes, 4 de mayo de 2009

El 2 de mayo de 1985, desde Alemania

El 2 de mayo de 1985 escribí, desde Alemania, a José Antonio Alcaraz. Tras recibir la misiva, Alcaraz publicó lo siguiente en su columna semanal de la revista PROCESO (Ciudad de México):


SERGIO CARDENAS: CARTA DESDE ALEMANIA (*)

José Antonio Alcaraz

Fechada el dos de mayo en Ansbach, recibí hace poco una carta que transcribo literalmente:

"Mi muy estimado y respetado Mtro. Alcaraz:

Dirá usted: Qué milagro, seguramente, y tendrá razón... cuando menos en parte. En efecto, me he dilatado algo en escribirle porque, sobre todo, no quería molestarle con el envío de las críticas que he recibido en mis últimos conciertos, pero ahora que tengo una noticia, digamos, de más peso, pues me decido a escribírsela y, de paso, enviarle las mencionadas críticas, con la debida disculpa por el papeleo.

Resulta que se convocó a un concurso para ocupar la plaza de Director Titular de la Sinfónica de Hof, Alemania Federal. Nos presentamos 101 directores de orquesta y, para no hacerle el cuento largo, gané el concurso. Ya hasta tuve un concierto con la orquesta, para el cual le pidieron a quien sustituiré que 'ahuecara el ala'. El contrato es por tres años a partir de septiembre próximo. Originalmente se había pensado en dedicar todo el próximo año a probar diversos candidatos, pero parece que se entusiasmaron tanto conmigo que decidieron prescindir de ello y ahora se tiene que aguantar, pues el contrato, como escribí arriba, ya está firmado. Y esta noticia creo que tiene algo de trascendencia en nuestro México lindo y querido. A mí, como se imaginará, me estimula muchísimo y a la vez me enorgullece.

Claro que la primera temporada ya estaba programada en su totalidad y fue imposible meter mano, salvo una o dos obras, pero ya empecé a tramar una introducción de la música mexicana por estos lares y espero que tenga buen resultado. La Sinfónica de Hof, para su información, practica un decidido patriotismo, digamos regional, pues alrededor del 30% de su programación la dedica íntegramente a la interpretación de compositores bávaros, de los cuales ya me tocó estrenar una obra en primer concierto con esa orquesta. Y como esto es algo así como una encomienda muy precisa del ministerio de cultura, es obvio que los compositores bávaros tengan prioridad, cosa que, por lo demás, considero muy justa. Sin embargo, se le hará la lucha a la programación de la música mexicana; espero no tener problemas en la obtención del material.

Y ya que hablamos de la música mexicana, hay posibilidades de hacer un programa íntegro con la orquesta de la radio de Leipzig, la cual me ha invitado a dirigirla para el próximo año con la indicación de su interés por la música mexicana; ya veremos si es posible, puesto que ahora habrá que coordinar antes que nada, las fechas.

Como usted ve, he estado bastante activo, a pesar de haber llegado sin tener absolutamente nada, por el momento, me preparo par los próximos conciertos en esta Alemania y otros en Polonia, Suiza y Austria. En octubre regresaré a Weimar, de donde me han invitado a hacer una girita con la magnifica Staatskapelle llevando la 5a. de Mahler y la 6a. de Beethoven. En Weimar hay también una extraordinaria —de veras— orquesta de cámara y ya me pidieron repertorio mexicano para hacer algunas grabaciones para la radio de la RDA.

Creo que por el momento es todo. Ah, me olvidaba comentarle que recientemente vi una extraordinaria puesta de Wozzeck en la ópera de Munich...

Le envío con mis mejores deseos mis cordiales saludos y un fuerte abrazo

Sergio Cárdenas".

En efecto, tal como lo señala el remitente, es necesario que tales noticias importantes sean conocidas aquí. Me apresuro a responder:

"Querido y admirado Maestro Cárdenas:

Ni se disculpe. Si todas las cartas de aquellos que tardan en escribirnos tuvieran noticias como la suya, bien valdría la pena esperar. Ya se imaginará que pegué brincos de gusto. Me parece muy merecida la designación, que produce un regocijo aún más intenso cuando se piensa de dónde viene. No creo que a nadie se le ocurra alegar que allá en Baviera no saben de música o bien que a usted le ayudó la `grilla'.

Creo que alguna vez le dije que ésa es mi región favorita de Alemania (junto a los bosques de Darmstadt). Además del paisaje en sí que me resulta muy seductor, están los castillos de Luis II y por supuesto los tres teatros de ópera en Munich. Así como la Galería de la Lenbachplatz, repleta de Klee.

Por lo contrario, mis simpatías —al contrario de las suyas— no andan muy por el lado de Bayreuth. Nunca he ido y a decir verdad jamás creo asomarme por ahí.

Muchas personas, tanto del público como músicos, me preguntan con frecuencia si tengo noticias de usted. No es difícil darse cuenta cómo lo quieren y, por supuesto, extrañan. Yo no: formo parte de una banda de fieles suyos `hasta morir' pero, aunque no pueda verlo y colaborar con usted como tantas veces mi dio generosamente la oportunidad de hacerlo en forma tan estimulante, prefiero enterarme que anda usted por allá haciendo cosas magníficas. Quédese todavía un buen rato por favor.

Angelina Camargo al través de sus artículos nos ha tenido informados de todo cuanto ha alcanzado y con frecuencia reproduce las críticas, siempre excelentes, acerca de sus conciertos. Se nota a la legua que ella también es una entusiasta suya.

Por acá las cosas han cambiado, tal parece que en forma positiva; ya se imaginará que con Manuel Enríquez en la Dirección de Música de Bellas Artes y Alicia Urreta en la UNAM todo camina mejor. El Foro de Música Nueva que actualmente se desarrolla es —como siempre— un exitazo y en Minería hay un ciclo estupendo de música mexicana para violín, también a casa llena. Ya se imaginará usted quién es el violinista y compositor que lo está haciendo. (El acompañamiento es Edison Quintana).

Rake's Progress fue magnifica. Como a usted y a mí nos gusta ver y oír la ópera. La Pruneda espléndida (para variar) y Bañuelas muy, pero muy bien.

Esas son apenas algunas cosas que se me ocurre contarle, porque lo fundamental es su nombramiento. Lo felicito, hago lo mismo con sus músicos y quienes hayan sido responsables de una resolución tan acertada. Igual gusto me da el que vaya a trabajar con una orquesta tan importante como la Staatskapelle de Dreden. Sigue siendo de primera.

No se preocupe: vuélvase a tardar todo lo que quiera en escribir a condición que me cuente cosas igualmente alentadoras en su próxima carta.

Sepa que yo pronostiqué la llegada de un disco suyo con una orquesta europea y música mexicana. Habemos varios que nos morimos de ganas y sabemos que habrá de suceder. Ojalá y en un par de meses —como tengo planeado— pueda ir a visitarlo por allá, y aplaudirle.

Un abrazo."

(*) El material de este artículo justifica una no muy arbitraria interrupción de la serie aquí iniciada la semana anterior y que habrá de continuar en la próxima entrega.

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