ANTONIO PORCHIA : Voces
(Stimmen, für Roger Caillois)
· La verdad tiene pocos
amigos. Y los pocos amigos que tiene son suicidas.
· El ser humano no va a
ningún lado. Todo viene a él, como el amanecer.
· Quien me tiene agarrado
de un hilo, no es fuerte. Fuerte es el hilo.
· Nunca me abandona una
cierta ingenuidad. Es la que me protege.
· Mi pobreza no está
completa: hago falta yo.
· Si no alzas los ojos,
creerás que eres el punto más alto.
· No logro ser, con
nadie, como alguien más. Entonces me quedo tal cual soy: como nadie.
· Lo malo de ser
incrédulo es creer un poco.
· Yo sé que nada tienes.
Por eso te exijo todo, para que tengas algo.
· Vengo del morir, no del
nacer. Del nacer es de donde he partido.
· Dios mío, casi nunca he
creido en ti, pero siempre te he amado.
· Si fuera como una roca
y no como una nube, mi pensamiento, que es como el viento, me abandonaría.
· Quien todo lo perdona
ha tenido que perdonarse todo a sí mismo.
· Uno vive con la
esperanza de volverse recuerdo.
· Soy de barro, pero casi
nunca lo he tocado.
· Creo que el mal del
alma es el alma misma. Un alma curada de su mal, muere.
· El ser humano habla de
todo y sobre todo, como si el conocimiento estuviera en él.
· Una cosa sana no
respira.
· Mucho de aquello que
dejé de hacer en mí mismo, se sigue haciendo en mí, por sí mismo.
· Sí, se equivocan porque
no saben. Y si supieran...Nada. Ni siquiera se equivocarían.
· Todo es obra de los
declives, como los ríos.
· El cosmos no constituye
un orden unificado. Le falta la entrega del ser humano.
· Yo creo que nos
habitamos mutuamente sin morarnos, pues morando uno en el otro no nos podríamos
habitar.
· Durmiendo sueno lo que
sueno despierto. Mi sonar no termina nunca.
· Dirígete a las alturas,
en las alturas.
· A veces me siento como
en el infierno y no me quejo. No sabría de qué quejarme.
· Si no me contento con
nada es porque me contento con todo.
· Mis ojos, que fueron
puentes, son abismos.
· El ser humano, cuando
sólo es lo que parece ser, es casi nada.
· Sí, así como entro en
todas las cosas, así abandono todo.
· Podrás medir la
distancia que te separa de ellos cuando entres en contacto con ellos.
· ?Es eso que te digo lo
que te digo, o es lo que me digo a mí mismo?
· Quise estar en algo
para no estar en todo.
· Cuando estoy cansado de
tanta superficialidad, lo estoy de tal manera que necesito un abismo para
descansar.
· Nunca es caro lo que
uno paga con la vida.
· Quien no llena su mundo
de fantasmas, permanece solo.
· A veces pienso que la
necesidad es tan grande, que tengo miedo de necesitarla.
· Tú crees que me matas.
Yo creo que te suicidas.
· El quejarme de todo y
de todos mientras crecía, se volvió un lamento mío sobre mí mismo. Y ese
lamento sigue creciendo.
· Porque
eres lo mejor sobre el planeta, piensas que eres lo mejor para el mundo. !Cuanto nos mienten
nuestros puntos de vista!
· Lo
lejano, lo muy lejano, lo distante, lo enconmtré sólo en mi sangre.
· Y
si lograras ser un ser humano, ?qué más podrías lograr?
· Apenas
habla quien dice la verdad.
· Algo,
antes de ser concluido, es sólo ruido. Una vez concluido, es silencio.
· Los no-vacíos, puntos
de apoyo de los vacíos, no tienen puntos de apoyo y vagabundean...en los
vacíos.
· Estábamos sólo el mar y
yo. Pero el mar estaba solo y yo me sentía solitario. Uno de los dos faltaba.
· Mi pesadez viene de los
abismos.
· La tierra tiene lo que
levantas de ella. No más.
· Sólo la herida habla
con su propia palabra.
· Lo indomable del ser
humano no es su maldad, sino su bondad.
· Las quimeras vienen
solas y se van acompanadas.
· Si alguien dispara una
flecha para herirme, alcanza una herida consumada y no me puede herir.
· Hay dolores que perdieron
la memoria y no se acuerdan porqué son dolores.
· El ser humano que no se
está quejando, casi ni existe.
· Dirán que te encuentras
en el camino equivocado cuando andes tu propio camino.
· Tenemos un mundo para
cada quien, pero no tenemos un mundo para todos.
· La maldad me conmueve
con debilidad; con fuerza me calma.
· Continúo navegando
mares ajenos, hasta que me vuelva náufrago en mi propio mar.
· Uno pierde el
entendimiento cuando piensa razonablemente.
· Quien asciende escalón
por escalón, se encuentra siempre a la altura del escalón.
Traducción de la versión alemana
de Tobias Burghart, de © Sergio Ismael Cárdenas Tamez, Ansbach, el 2 de febrero
de 2002.
Antonio Porchia (1886,
Calabria, Italia; - 1968, Buenos Aires, Argentina). Poeta, estibador, ayudante
de impresor.
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