sábado, 7 de febrero de 2015

CLAUDIO MARIA PERSELLI: Figuras flotando en el espacio.

                                  FIGURAS FLOTANDO EN EL ESPACIO

   Sergiu Celibidache se refería con frecuencia a la imposibilidad de describir la música con palabras, pues sería tanto como reconocer que la música es un objeto existente.Por lo tanto, todo lo que uno puede hacer si se intenta describir las piezas de Sergio Cárdenas que integran este CD, es recurrir a las metáforas: tersura de líneas, contundencia del trazo, amplitud que envuelve, frescura perfumada. Lo que es seguro es que la música de Cárdenas, quien fue alumno prominente y amigo de Celibidache (desde 1977 hasta la muerte del célebre director rumano en 1996), es música que cautiva, que atrae para compartir con nosotros su riqueza y generosidad.
   Ya los títulos de las piezas son indicios del sendero por el que nos llevará esta música. A veces el sendero lo constituyen trazos eólicos de gran nitidez y tersura que ocupan el espacio;  a veces son surcos telúricos de perfiles contundentes. Otras veces son nubes de un humo que quiere elevarse y no puede, hasta que desaparece en sí mismo.
   La música de Sergio Cárdenas no sólo es de una inconfundible actualidad, sino que también rinde homenaje a otros dos compositores , mexicanos como él mismo, cuyas piezas están envueltas por el espacio de la historia, evocando un pasado aún vigente.
   Cárdenas el compositor nos transmite un perfil universal: no sólo domina los más diversos estilos con acabada maestría , sino que también es un cosmopolita, como lo confirma el hecho de que las piezas incluídas en este CD fueron compuestas en tres lugares diferentes: Ansbach, Alemania (Marchita el alma e Intermezzo), Guanajuato, México (Gavota, Scherzino Mexicano y Malgré tout) y Banff, Canadá (Mensajero Alado y la Suite Material no Abrasivo).
   La Bagatela para flauta y cuerdas Mensajero Alado, compuesta en mayo de 1997 durante su primera estancia como ‚Artista en Residencia‘ del Banff Centre for the Arts, de Canadá, está dedicada a la memoria de Ludwig Baumann (1929-1993), mecenas y amigo de Cárdenas. Es una pieza ágil y vital en la que sopla un viento ligero y aromático. El „mensajero alado“ (la flauta) escribe y describe el contenido de su mensaje en el espacio, trazado con acrobacias coquetas o con recuerdos traídos con tranquilidad a la memoria, siempre apoyado por ese tapete volador que constituyen las cuerdas, que flotan con este mensajero participando de su mensaje.
   El desamor que respira Marchita el alma, del compositor silaoense Antonio Zúñiga, recibe un trato altamente cromático en esta fantasía con la que Cárdenas asume su postura ante la conocida canción mexicana. Se trata, en realidad, de un homenaje a la pequeña gran música del México romántico, música que, sin negar su influencia europea, lleva el sello característico de la provincia mexicana: un sello de intimidad, de añoranza, de un cierto aire idílico que aún distingue a muchas regiones mexicanas..
   En el mismo tenor deben ser comprendidas las Fantasías sobre diversos temas de Manuel M. Ponce, uno de los compositores mexicanos más admirados por Cárdenas. Me parece acertada la afirmación de la musicóloga mexicana Yolanda Moreno (cito de memoria):“el gran mérito de Ponce es haber otorgado a la canción popular mexicana ‚carta de naturalización‘ de las salas de concierto de México“. Estas pequeñas piezas, de formas compactas, rigurosas pero no rígidas, son en todo momento piezas cantables y, por lo tanto , respirables, con un aire que purifica y revitaliza, refresca y perfuma, que nos susurra sus secretos con gran fuerza evocativa, trasladándonos a un ayer aún presente.
   Abrasión, nos dice el Dicccionario Austral de la Lengua Española, es la acción y efecto de raer o desgastar por fricción. Este es el contexto en el que hay que entender la Suite para Orquesta de Cuerdas  Material no Abrasivo. „Mucha de la música contemporánea“, nos dice Cárdenas, „nos provoca una reacción espontánea de rechazo porque su primer impacto parece raer nuestros oídos. En esta Suite he intentado componer una música que sin dejar de ser actual, tampoco provoque rechazo en sus oyentes, una música en la que el sonido contemporáneo per se no sea un obstáculo en el camino hacia la experiencia musical, es decir, una música que aspira a ser experimentada más allá de su propio sonido.“
   Material no Abrasivo fue compuesta en Banff, Canadá, en septiembre de 1998. Su primer movimiento,  Humo Azul en la Penumbra  (dedicado a Albert Baumann), recurre a elementos del jazz para transmitirnos una nostalgia sobre la que reflexiona un violín, tratanto (sin lograrlo) de liberarse de ella. El segundo movimiento, Leyenda de la Luna Llena (dedicado a Roberto Tamez-González), es un murmullo un tanto álgido, nervioso y contenido, que se desliza sobre los campos y sobre las aguas, como si la piel de la tierra vibrara por el beso que le deposita el resplandor de la luna llena.
   „Siempre he admirado la fuerza y la vitalidad de los rancheros, de los campesinos, de la gente que tiene un trato diario con el suelo, con la tierra. Es gente que, por lo general, desarrolla un enorme sentido de identificación con los fenómenos naturales, a los que responde con sabiduría y respeto. A diferencia de la población urbana, los hombres del campo tienen un sentido del espacio y de los ámbitos de la amplitud que no es siempre entendido por aquélla. Es esta poderosa identificación con la naturaleza la que los hace ser tan vitales.“ (Cárdenas dixit). Resulta claro, entonces, porqué Cárdenas recurrió al conocido huapango El Carretero como tema central (melodía original de R. Fuentes) de esta Vitalidad Ranchera, que está dedicada a Francisco Tamez-González.
 © 1999 Claudio Maria Perselli, Firenze, Italia.

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