FIGURAS
FLOTANDO EN EL ESPACIO
Sergiu Celibidache se refería con frecuencia a la imposibilidad de
describir la música con palabras, pues sería tanto como reconocer que la música
es un objeto existente.Por lo tanto, todo lo que uno puede hacer si se intenta
describir las piezas de Sergio Cárdenas que integran este CD, es recurrir a las
metáforas: tersura de líneas, contundencia del trazo, amplitud que envuelve,
frescura perfumada. Lo que es seguro es que la música de Cárdenas, quien fue
alumno prominente y amigo de Celibidache (desde 1977 hasta la muerte del
célebre director rumano en 1996), es música que cautiva, que atrae para
compartir con nosotros su riqueza y generosidad.
Ya los títulos de las piezas son
indicios del sendero por el que nos llevará esta música. A veces el sendero lo
constituyen trazos eólicos de gran nitidez y tersura que ocupan el
espacio; a veces son surcos
telúricos de perfiles contundentes. Otras veces son nubes de un humo que quiere
elevarse y no puede, hasta que desaparece en sí mismo.
La música de Sergio Cárdenas no sólo es de una inconfundible actualidad,
sino que también rinde homenaje a otros dos compositores , mexicanos como él
mismo, cuyas piezas están envueltas por el espacio de la historia, evocando un
pasado aún vigente.
Cárdenas el compositor nos
transmite un perfil universal: no sólo domina los más diversos estilos con
acabada maestría , sino que también es un cosmopolita, como lo confirma el
hecho de que las piezas incluídas en este CD fueron compuestas en tres lugares
diferentes: Ansbach, Alemania (Marchita
el alma e Intermezzo), Guanajuato, México (Gavota, Scherzino Mexicano y
Malgré tout) y Banff, Canadá (Mensajero
Alado y la Suite Material no
Abrasivo).
La Bagatela para flauta y cuerdas Mensajero
Alado, compuesta en mayo de 1997 durante su primera estancia
como ‚Artista en Residencia‘ del Banff Centre for the Arts, de Canadá, está
dedicada a la memoria de Ludwig Baumann (1929-1993), mecenas y amigo de
Cárdenas. Es una pieza ágil y vital en la que sopla un viento ligero y
aromático. El „mensajero alado“ (la flauta) escribe y describe el contenido de
su mensaje en el espacio, trazado con acrobacias coquetas o con recuerdos
traídos con tranquilidad a la memoria, siempre apoyado por ese tapete volador
que constituyen las cuerdas, que flotan con este mensajero participando de su
mensaje.
El desamor que respira Marchita el alma, del
compositor silaoense Antonio Zúñiga, recibe un trato altamente cromático en
esta fantasía con la que Cárdenas asume su postura ante la conocida canción
mexicana. Se trata, en realidad, de un homenaje a la pequeña gran música del
México romántico, música que, sin negar su influencia europea, lleva el sello
característico de la provincia mexicana: un sello de intimidad, de añoranza, de
un cierto aire idílico que aún distingue a muchas regiones mexicanas..
En el mismo tenor deben ser
comprendidas las Fantasías sobre
diversos temas de Manuel M. Ponce,
uno de los compositores mexicanos más admirados por Cárdenas. Me parece
acertada la afirmación de la musicóloga mexicana Yolanda Moreno (cito de
memoria):“el gran mérito de Ponce es haber otorgado a la canción popular
mexicana ‚carta de naturalización‘ de las salas de concierto de México“. Estas
pequeñas piezas, de formas compactas, rigurosas pero no rígidas, son en todo
momento piezas cantables y, por lo tanto , respirables, con un aire que
purifica y revitaliza, refresca y perfuma, que nos susurra sus secretos con
gran fuerza evocativa, trasladándonos a un ayer aún presente.
Abrasión, nos dice el
Dicccionario Austral de la Lengua Española, es la acción y efecto de raer o
desgastar por fricción. Este es el contexto en el que hay que entender la Suite para Orquesta de Cuerdas Material no Abrasivo.
„Mucha de la música contemporánea“, nos dice Cárdenas, „nos provoca una
reacción espontánea de rechazo porque su primer impacto parece raer nuestros
oídos. En esta Suite he intentado componer una música que sin dejar de ser
actual, tampoco provoque rechazo en sus oyentes, una música en la que el sonido
contemporáneo per se no sea un
obstáculo en el camino hacia la experiencia musical, es decir, una música que
aspira a ser experimentada más allá de su propio sonido.“
Material
no Abrasivo fue compuesta en Banff, Canadá, en septiembre de
1998. Su primer movimiento, Humo Azul en la Penumbra (dedicado a Albert Baumann), recurre a
elementos del jazz para transmitirnos una nostalgia sobre la que reflexiona un
violín, tratanto (sin lograrlo) de liberarse de ella. El segundo movimiento, Leyenda de la Luna Llena
(dedicado a Roberto Tamez-González), es un murmullo un tanto álgido, nervioso y
contenido, que se desliza sobre los campos y sobre las aguas, como si la piel
de la tierra vibrara por el beso que le deposita el resplandor de la luna
llena.
„Siempre he admirado la fuerza y
la vitalidad de los rancheros, de los campesinos, de la gente que tiene un
trato diario con el suelo, con la tierra. Es gente que, por lo general,
desarrolla un enorme sentido de identificación con los fenómenos naturales, a
los que responde con sabiduría y respeto. A diferencia de la población urbana,
los hombres del campo tienen un sentido del espacio y de los ámbitos de la
amplitud que no es siempre entendido por aquélla. Es esta poderosa
identificación con la naturaleza la que los hace ser tan vitales.“ (Cárdenas
dixit). Resulta claro, entonces, porqué Cárdenas recurrió al conocido huapango El Carretero como tema central (melodía original de R. Fuentes) de esta Vitalidad Ranchera,
que está dedicada a Francisco Tamez-González.
© 1999 Claudio
Maria Perselli, Firenze, Italia.
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