En noviembre de 1984, estuve en Olomuc, República Checa, invitado por la Filarmónica Morava para dirigir en su temporada de conciertos. Este ensamble tiene su sede en el Teatro Moravo de la localidad, en el que Gustav Mahler (1860-1911) había estado desde enero de 1883, cuando se convirtió en "director del destartalado teatro de Olomouc". Posteriormente escribió: «Desde el momento en que crucé el umbral del teatro de Olomouc me sentí como uno que espera la ira de Dios». La Filarmónica, sin embargo, fue fundada en 1945.
Comparto la crítica publicada en el periódico "Guardia del Pueblo", el 27 de noviembre de 1984, la cual me fue proporcionada por la Embajada de México en la entonces República de Checoslovaquia.
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