RAINER MARIA RILKE:
Una música fuerte, inconfundible.
Abelone * tenía algo bueno: cantaba. Es decir, había temporadas en las que cantaba. Ella tenía una música fuerte, inconfundible. Si es cierto que los ángeles son masculinos, podría uno entonces decir que habia algo masculino en su voz: una masculinidad brillante, celestial. Yo, que desde niño desconfiaba tanto de la música (no porque me elevara con más fuerza que todo lo demás, sino porque yo percibía que ella no me regresaba al mismo lugar en el que me había encontrado, sino más abajo, en algún lugar bastante inacabado), yo soportaba esta música sobre la que uno erguido se podía elevar, siempre más arriba hasta que uno tenía la impresión que desde hace rato eso podría ser más o menos el cielo. No imaginaba yo que Abelone me iba aún a abrir otros mundos.
*hermana menor de la madre de Malte
Tomado de "Los Apuntes de Malte Laurids Brigge", Capítulo 37. Leipzig, 1910.
Traducción desde el alemán original de
© Sergio Ismael Cárdenas Tamez,
Ansbach, el 3 de marzo, 2005.
Übrigens hatte Abelone ein Gutes: sie sang. Das heißt, es gab Zeiten, wo sie sang. Es war eine starke, unbeirrbare Musik in ihr. Wenn es wahr ist, daß die Engel männlich sind, so kann man wohl sagen, daß etwas Männliches in ihrer Stimme war: eine strahlende, himmlische Männlichkeit. Ich, der ich schon als Kind der Musik gegenüber so mißtrauisch war (nicht, weil sie mich stärker als alles forthob aus mir, sondern, weil ich gemerkt hatte, daß sie mich nicht wieder dort ablegte, wo sie mich gefunden hatte, sondern tiefer, irgendwo ganz ins Unfertige hinein), ich ertrug diese Musik, auf der man aufrecht aufwärtssteigen konnte, höher und höher, bis man meinte, dies müßte ungefähr schon der Himmel sein seit einer Weile. Ich ahnte nicht, daß Abelone mir noch andere Himmel öffnen sollte.
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